RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
6 de Febrero de 2022- Concluye hoy jueves la Serie del Caribe 2022 que ayer vivió su etapa de semifinales, con los Charros de Jalisco jugándose el pase a la final contra el local Gigantes del Cibao de Dominicana. Es el momento para hacer una especie de corte de caja. Un torneo que se ha visto caracterizado por las condiciones de juego a que obliga un estadio como el de Santo Domingo, en donde mucho es a favor del pitcheo y el bateo sufre, ha sufrido. para hacerse presente.
En un vistazo en lo general, lo primero sería decir que a querer o no, la llegada de Panamá y Colombia como participantes le ha dado un refresco al evento. Nos quedamos con lo hecho por los Caimanes de Barranquilla colombianos, capaces de ponerle en serio el cascabel al gato y dejando ver que lo suyo no es solamente asistir por asistir. Ha sido un serio y muy digno contendiente.
Lo otro sería intentar evaluar, que no calificar, lo que ha sido el desempeño del representativo mexicano, los Charros campeones de la LMP, cuyo desempeño fue de menos a más. Notable por todos lados lo mostrado por el cuerpo de pitcheo, dejando de lado lo que se anticipaba sería el punto fuerte del equipo, el bateo, el cual mutó de poderosos a oportuno, que no es poca cosa.
Mal se redactaba la presente entrega cuando restaban escasas horas para que el equipo mexicano jugara su duelo ante Dominicana y saber si se podía aspirar al éxito total.
RIVAL Pocas dudas había de que el enemigo a vencer en esta edición de la Serie del Caribe venía siendo el cuadro local Dominicana, los Gigantes del Cibao reforzados que en su roster presentan a no pocos jugadores que participan con etiqueta de grandes ligas.
El escenario, de repente, se tornó sorpresivo con la irrupción del equipo de Colombia al que no se le auguraba nada alentador pero vaya grata sorpresa que han sido los Caimanes. Una eventual final de Colombia contra el que fuera sería más que agradable.
Reiteramos; a más de que esta serie nos ha ofrecido grandes choques de pelota, lo más destacado ha sido la presencia de equipos como el de Colombia, dispuestos a ser ese aire fresco que el evento necesita.
REVELACIÓN- Más que reiterar el beneplácito por lo bien que se ha visto el pitcheo del cuadro mexicano, creemos es obligado que se reflexiones acerca den notable cambio en la estructura de ese departamento en el equipo jalisciense. De haber sido, en su momento, el rubro némesis de los Charros, la evidente mejoría mostrada este año hace pensar que habrá que tener presente que este equipo tiene es otro, pero mucho, del de años pasados.
Nos atreveríamos a decir que resarcido lo que era su eventual punto débil, tienen todo para forjarse como un cuadro que por lo menos en los dos o tres años por venir pueden imponer condiciones en la LMP.
Que si tomar cartas en el asunto con respecto en lo relativo al cambio generacional, puede e impongan una especia de hegemonía muy resaltable luego de que a como lo vemos, han trabajado con visión de futuro. Detalle no menor a tomar siempre en cuenta en el béisbol mexicano.
EXTRAÑEZA- Riesgos de representar a ese cáncer de la pelota nacional, la multipropiedad, los Diablos Rojos del México sacudieron su sistema de reciclado entre alacenas y anunciaron de manera sorpresiva el cambio por el cual el outfielder Carlos Figueroa pasa al equipo “hermano” Guerreros de Oaxaca para que en su lugar llegue el también outfielder Alex González, procedente de los mismos Guerreros.
Se sacude el ánimo de la clientela de los Diablos al ver irse a uno de sus favoritos, sin saber a ciencia cierta las razones de la decisión. Lo más fácil sería atribuir al nuevo manager, Juan Gabriel Castro, la decisión o expresar que ante la llegada del refuerzo Tomo Otosaka no se animaron a poner como suplente, lo que sería una afrenta, para Figueroa.
Pero, total, mientras el cheque llegue de donde mismo, parece no haber problema.