SERIE DEL CARIBE, LA TENTACIÓN DEL OCIO

Sercar 2020

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

5 de Febrero de 2020- Llegó Febrero, mes en que cierta el ciclo beisbolero anual con la Serie del Caribe y para no variar, surgen los que deciden sacar del baúl los clichés de siempre para entonces pintar de amarillo el periodismo. El carnaval de lugares comunes hoy parece estar dirigido a encandilar a las audiencias millenials, a esas que se creen pueden ayudar a rescatar muertos de las catacumbas.

 

Lejos de siquiera intentar explicar la nueva realidad del clásico caribeño y de la intentona (válida) por preservarlo como preciado producto de la Confederación del Caribe aún a cargo de Juan Francisco Puello, o al menos disfrutar el evento deportivo en marcha, se dedican a lastimosamente reavivar las estériles polémicas de si es un evento de equipos campeones y no de selecciones; de si los uniformes deben o no llevar el nombre de los países participantes; de si los equipos deben o no llevar refuerzos y por supuesto, como los equipos traen en sus filas a jugadores importados, casi se pide que no se toquen los himnos nacionales.

 

Pareciera que fueran muchas las tentaciones del ocio, por no decir que el “club del sobre” no se aburre de su rutina.

 

La Serie del Caribe se inscribe desde hace mucho como una de las mejores tradiciones beisboleras de la región, juéguese como se juegue. No importa si solo en México se ven estadios llenos o se suponga que sólo aquí es negocio. Es algo que tiene rato presente y así cómo está y se presente, así permanecerá.

 

Que si para algunos “ya no es lo que era” y “ya no se ve lo que se veía”, tal vez un argumento a considerar es que antes Grandes Ligas era surtidor y hoy queda en el papel de receptor del talento latino que se observa. Es en esa mutación en que se precia (y entiende) lo que hoy con rancio ”enojo” se reclama.

 

Porque no creemos que las críticas y reclamos nivel siglo XX sean porque alguien aspire al puesto de Puello. No vaya siendo.

 

STATUS- Cierra hoy el “rol regular” del minitorneo latino para mañana entrar a las semifinales, con Dominicana, Venezuela y México ya calificados mientras que muy seguramente Puerto Rico entraría en la “polla” del Top Four.

 

Los Tomateros-México (pa´que no se enoje la rancia ortodoxia) viéndose bien en un entorno que se ha prestado bien para el juego que le impone su manager Benjamín Gil, siendo el “Hiram Bithorn” un escenario de pocos jonrones pero de espacios amplios para el juego de velocidad.

 

Que si de percepciones hablamos, no pronósticos, diremos que para Tomateros vemos más peligrosos en semifinales a Cardenales de Lara-Venezuela y más de riesgo en finales a Toros del Este-Dominicana.

 

Y eso lo veremos entre mañana y el viernes.

 

MEGACAMBIO- Vaya que en Grandes Ligas saben hacer ruido en temporada muerta, mucho más en estos tiempos en que los grades salarios marcan la pauta para que la lealtad a las franelas no es agua de uso.

 

En lo que semejaría un intento último para llegar a la Serie Mundial, los Dodgers de los Ángeles sacudieron el panal al obtener desde Boston a Mookie Betts y a David Price (con todo y pasivo que arrastra) para de un porrazo instalarse como grandes favoritos en la Liga Nacional.

 

Evidentemente, los Medias Rojas se quitaron de encima dos grandes cargas económicas de encima (Betts pedía las joyas de la virgen y dos de sus riñones) para firmar y haga de cuenta que mejor le endosaron la factura de Coppel a los Dodgers, a quienes además les dieron a Price, con todo y su millonario adeudo salarial pendiente.

 

Lloran por ahora los fans de los patrirrojos el cambio, sienten que la panga hizo agua y gozan en Los Angeles ante lo que parece la construcción de un “trabuco” aunque, ¡aguas!, recuérdese que del otro lado de USA reside el  “imperio del mal” personificado por los Yankees de Nueva York.

 

Así se va construyendo la narrativa MLB 2020.

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