RINCÓN BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
1 de Mayo de 2020- Aprovecharon los días de pandemia algunos clubes de la LMP y se soltó una buena nota al anunciarse un cambio que lleva a Sebastián Valle de los Venados de Mazatlán a los Yaquis de Ciudad Obregón, recibiendo a cambio el club porteño a Isaac Paredes.
A más de que dicho cambio sirva para expertos y profanos pongan en acción egos y versiones “fantasy style”, también sirve para entender que los clubes del invierno mexicano están jugando con el score. Están moviendo sus piezas viendo eventos tales como, por ejemplo, la eventual cancelación de la temporada de ligas Menores y en consecuencia, que los clubes ligamayoristas decidieran compensar ese año inactivo del pelotero en el verano del 2020, autorizando que tenga actividad en invierno.
Curiosamente, y aunque parezca ironía chafa, el Covid 19 se está llevando entre las patas eso de la “fatiga extrema”, que se aderezaría además con el hecho de la falta de ingresos del pelotero.
Esto podría actuar a favor tanto del pelotero nativo como del extranjero, dependiendo por supuesto de las condiciones sanitarias que priven en los países con pelota con sabor navideño.
En el caso del cambio en la LMP, Paredes juega en Estados Unidos en sucursales de los Tigres de Detroit y siendo que podría no ver acción en verano debido a la pandemia, capaz y que los Tigres acepten (y recomienden) que se ponga a chambear en invierno, que se mantenga en forma y además, alimente a la cartera.
Tal vez esa sea la apuesta grande de los Venados, a quien se le asigna condición de “ganadores” en este cambio aunque..
ESTELAR- Podrán decir misa sobre Sebastián Valle, iniciando con el hecho de que no se sea un bateador de promedio consistente, de que sea jonrones ocasional, así sea que se lele recuerde dando batazos momentos muy estelares.
Pero, que nos perdone la ciencia, se trata de uno de los catchers élite en México, un muy buen guardián del puesto y que cubre a la perfección el molde (estereotipo) de la posición.
Sí, de la idea tradicional, no de la que habla el “beisbol moderno” o de la que quiere platicárnosla secta soberbiométrica.
Nos quedamos con lo visto en la campaña 2019-2020 de la Mexicana del Pacífico, en donde los Venados de Mazatlán llegaron hasta la serie final con grandes méritos, sin ser un trabuco y con un cuerpo de pitcheo joven que supo ser llevado por, precisamente, el talento de Valle.
Eso tiene mucho valor, a querer o no, y eso es lo que están ganando los Yaquis, quienes por ahora no podrán disponer de Armando Araiza (lesión). Pero no nos queda duda de que si los Venados se llevan a un magnífico infielder y bat de respeto, los Yaquis se llevan a un excelente complemento para su pitcheo.y eje de su columna vertebral defensiva.
Cambio que se lejos suena a ganar-ganar.
ESPERANZAS- Al menos, escuchar de este cambio sirve para que en los aficionados resurja la esperanza de que esta crisis sanitaria termine y se crea que sí regresa el beisbol. Aunque se enojen los antilúdicos los que crean que solamente con el soccer hay vida.
Obvio que esto es viendo hacia el invierno porque con respecto al verano, la incertidumbre prevalece, pasan los días y crece la ansiedad porque no se distingue cercana la fecha en que puedan los diamantes de la LMB volver a tener acción.
Y la LMB está sometida por ahora al carnaval de fechas cambiantes que llegan como reportes: que si todo Mayo queda fuera de calendario, que si la segunda mitad de Junio, que los municipios más afectados (Tijuana, por ejemplo) y que si tal vez hasta Agosto podría darse algo.
¿Agosto, sirve la fecha)
Algunas voces al interior de la LMB lo piensan y no lo dicen: “deberíamos pensar que tal vez lo mejor sea cancelar la temporada”. Y es que al remate no le falta sabiduría: “hay que esperar mejores tiempos”. Que así sea.