RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

18 de Mayo de 2020- Todo apunta a como se estableció desde el inicio de la actual crisis sanitaria, la posibilidad de que las actividades deportivas profesionales queden supeditadas a lo que el propio virus del Covid 19 establezca. Mientras éste persista en México, no habrá siquiera asomos de eso que llaman “nueva normalidad”.

 

Afectada directamente, la Liga Mexicana de Beisbol se ve directamente afectada en sus planes por llevar a cabo su temporada 2020. Las opciones se agotan y aunque desde el gobierno federal se diga que “ya falta poco ”,lo cierto es que para la LMB es el camino para el regreso se observa lejano.

 

Y es que viendo la realidad nacional, en donde en algunos estados las observaciones federales no se ven de la misma (y optimista manera), la eventual decisión de regresar a los diamantes depende directamente lo que se decida en las esferas de los gobiernos locales. Véase el caso de Coahuila, en donde su gobernador anunció que se cancelaban por el resto del año los eventos masivos y así, tácitamente, por lo menos pone freno total al eventual regreso del beisbol a Saltillo, Torreón y Monclova.

 

La opción más viables sería, para punto de contraste, que se pudiera jugar pelota solo si las actividades fueran “a puerta cerrada”, tema que no es precisamente lo más óptimo en razón de la situación financiera de la liga (y los clubes) además de que se sobreentiende que bajo esa modalidad, ¿qué margen hay que para que lo que se lleve a cabo “sea negocio”?

 

¿Tiene la LMB la fortaleza financiera para aventarse el regreso poniendo a los clubes a que jueguen sin ingreso en sus taquillas?

 

RACIONALES- Lo anterior toma en cuenta que hipotéticamente, los clubes se sostienen bajo el racional de 70 por ciento patrocinios y 30 por ciento taquilla, de ahí derivan sus principales egresos que sostienen su operación.

 

Así entonces, cabe preguntar si es que los 16 clubes están en condiciones de aventarse al ruedo sin contar con ese supuesto 30 por ciento y si es que contarán con el 70% restante que les permita al menos sufragar los gastos de lo que debería ser un torneo necesariamente recortado.

 

Sí, de acuerdo, en los hechos se puede suponer que franquicias como Tijuana, Monclova, Monterrey y Diablos (ciudad de México) podrían sufragar este año tan atípico pero, ¿y las 12 plazas restantes? ¿Están suficiente fondeadas como para aguantar 2, 3 meses de actividades sin gente en sus gradas? ¿Sin ingresos por consumos dentro de sus estadios y los cobros respectivos por concesiones?

 

Si el apuro surge al ver como en Corea y Taiwán se han reiniciado sus ligas, cuestión de ver cómo es que se lanzaron al ruedo sabiendo que ,a TV les estará aportando los miles de dólares como para evitar pérdidas en el negocio. Así, sabiéndose respaldados en la parte económica y con criterios duros en materia sanitaria, están operando.

 

FUTUREANDO- Viendo la manera es que se colocan las circunstancias, se pudiera pensar que para la LMB el punto de inflexión se acerca ya, que al parejo de que la famosa curva de contagio no es aplanada, y que el calendario camina rápido, tal pareciera que la idea de un “minitorneo” y sin gente en las tribunas podría descartarse.

 

Que si algún conejo puede sacarse de la chistera, ese sería que algunos de los clubes bien pertrechados se unieran para de común acuerdo, realizar una especie de “torneo de exhibición”, un reducido torneo estilo “round robin” que sirva para entretener y sirva como especie de compensación, así sea que se busque a lo mejor una o dos plazas en donde se puedan realizar los juegos. Recordemos que por ahora, plazas como Tijuana y Cd de México serán vetadas de inmediato por cuestión sanitaria.

 

Y ya de paso, darían chance para que los peloteros recibieran un estipendio, que es en mucho lo que más duele en esta situación.

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