CANCELACIÓN LMB: LO QUE PODRÍA NO SER

LMB JUNTA

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

21 de Mayo de 2020- La eventual y muy posible cancelación de la temporada 2020 de la Liga Mexicana de Beisbol adquiere, en impacto, connotaciones más allá del sólo decir “no habrá beisbol”. Implica, en primera instancia, el deterioro en la calidad de vida de los integrantes de la gran cadena que gira alrededor de este espectáculo.

 

El espectro engloba desde scouts hasta batboys, desde personal de los clubes hasta los concesionarios en los estadios y esa masa que encontramos a su alrededor, vendedor de muchos artículos y productos.

 

Giran también, el conspicuo gremio de los cronistas, el cerrado grupo de (algunos) expertos, otros no tanto y otros que simulan serlo.

 

A todos ellos impactaría la cancelación de la campaña debido a causas ajenas al beisbol, sujeta a los caprichos de una enfermedad que ha detenido a casi todo el mundo. El virus que ostenta la última palabra.

 

Nada que reprochar a quienes invierten para que haya pelota en verano. Empresarios que no viven de hacer beisbol, que cuentan con otros negocios de los cuales derivan recursos para sostener a clubes de pelota y que hacen rodarla maquinaria que tal vez, muy probablemente, se tenga que detener almenos por este 2020.

 

Si acaso, que algo bueno debe observarse, es que sería un año de paisa que concede tiempo para pensar y repensar en el regreso, en un buen regreso a las acciones el año que viene, fortalecido el circuito, con ideas frescas, renovadas, de cómo mejorar el producto y de cómo “enganchar” más y mejor al aficionado de siempre y al de nuevo cuño.

 

Algo de oportunidad dentro de la crisis.

 

DECISIONES- Tal vez el ”parón” para que alguno de los peloteros decida que llegó la hora del retiro, que algún novato desista de seguir adelante o incluso, de que alguno de los actuales directivos no vea ya el 2021 como opción par continuar al frente de una franquicia.

 

Todo se entendería, debiera verse como normal.

 

Lo que la LMB decida será en función de lo que el entones exterior marque, (autoridades, situación económica) más que en el solo deseo de presentar a los equipos en el terreno de juego. El ánimo de “jugar por jugar”, sin pensar en el negocio, no es una opción válida por más de que haya intereses muy válidos qué atender, como sería el ingreso de los sectores hoy afectados, destacándolos jugadores.

 

CONSIGNA- Ahora bien, el eventual regreso a la “normalidad” pudiera darse de manera regional, que ciertas plazas/ciudades recibieran “luz verde” pero otros tendrían que quedarse con la “luz roja” y ante este escenario, ¿regresar el beisbol de la LMB pero “sin todos”?

 

Ya no hablamos de un rol de juegos reducido sino con una papeleta de participantes recortado por necesidad. En ese caso, ¿aceptarían los socios dicho esquema? ¿Existe un plan “B” para semejante contingencia?

 

O acaso, ¿se aceptaría que una plaza sostenga dos clubes, de preferencia de diferentes divisiones, jugando en el mismo estadio? ¿Sería esto una propuesta aceptable  con tal de que el “que jueguen todos” sea posible?

 

La decisión que se tome no será fácil pero se tendrá que tomar en unos días/semanas más.

 

Lo mínimo que se espera que sea lo que sea que se decida, esto resulte en beneficio de todos, pensando esencialmente en velar por el interés vital de todos, que es la salud, y que más allá de pensar en ganancias-pérdidas, se vea como que el beisbol sabrá llevar su espectáculo a manera de ofrecer el chance de la catarsis social. Ese grito que hoy la pendemia acalla.

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