LA AUSENCIA DE UN HISTÓRICO INOLVIDABLE

TOM SEAVER

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

4 de Septiembre de 2020–Con todo y que resulte un proceso inevitable para todos, no deja de causar pesar que se apague la vida de algún ser humano. Apenas hace unos días, el beisbol se impactó al saberse del fallecimiento de Tom Seaver, uno de esos peloteros que bien tienen cabida en el espeso y complicado concepto del “mejor de la historia”.

 

Sí, sin duda, Seaver es un nombre muy socorrido para integrar la mítica novena ideal de varios. Lanzador de excelencia, sabio conductor de juegos, ganador sempiterno, ponchador que abonaba al espectáculo y así, construyendo su leyenda personal que trasciende análisis y tiempos.

 

¿Cómo es que las nuevas generaciones pueden saber y medir los alcances d un pitcher tan grande como lo fue Seaver? Ni modo, hay que decirlo: a través de los números, a los básicos, a los nada complicados por la soberfbiometría sino aquellos que dieron sustento al beisbol que hoy se desea ver lejos. Tom Seaver fue es un histórico de este deporte por lo que hizo en este juego que hoy, al parecer, es otro.

 

Grande fue con Rojos de Cincinatti, grande con los Mets de Nueva York. Equipos a los que hoy llamarían “chicos” por algunos y que tal vez podrían pasar como de medio pelo. Y Seaver los hacía ver grandes porque las novenas en que militó crecían con él en la loma.

 

Un pitcher de polendas... y de gran legado.

 

SI NOS DEJAN- Paulatinamente, se acerca el momento en que los diez clubes integrantes de la LMP deban abrir sus campos de entrenamiento, en ruta hacia lo que parece sí se hará realidad: llevar a cabo la temporada 2020-21 del beisbol invernal mexicano.

 

Ya varios clubes han dado a conocer sus listas de invitados a los entrenamientos, ya se han dado a conocer las contrataciones extranjeras, en las plazas se corren ya los proceso de venta de abonos para la campaña. Todo, a instancias de que siga sin saber a ciencia cierta la determinación de si se permitirá o no gente en los estadios.

 

Se mantienen las pláticas con las autoridades de cada estado, asi con las federales, para revisar protocolos mientras se va informando el cambio gradual del rojo al naranja en el semáforo de la epidemia. Se camina al ritmo del cambio de color, aunque nadie sepa a ciencia cierta el día de hoy si es que ese color naranja permitirá que las gradas tengas público, o por lo menos un determinado porcentaje.

 

Y así agazapado, el tema si es que las condiciones en que se está jugando en Grandes Ligas y la no realización de la temporada de Ligas Menores, promoverá que este año la LMP pueda contar con la participación de más mexicanos con etiqueta de exportación.

 

DILEMA- Lo anterior será, creemos, tema que caerá esencialmente en el terreno de las decisiones de las organizaciones de Grandes Ligas. Por un lado, el cuidado de sus peloteros ante la pandemia y segundo, decidir si sus peloteros deben o no jugar pelota de invierno para seguir en forma con miras al 2021.

 

Eso, ante la falta de un criterio que se sustente en la famosa “fatiga extrema” que se aplica vía Winter League Agreement, que establecía parámetros en base al rol de 162 que este año se “achicó” de manera sustancial, no así los intereses que descansan en cada uno de sus activos (peloteros).

 

¿Qué pasará con todos aquellos jugadores que no jugaron en las Menores de USA este año y que tienen ya casi un año sin actividad? Esos mismos a quienes no dieron de jugar en invierno del 2019 y que no fueron ascendidos este 2020.

 

Si bien suena como algo coyuntural, la LMP vería como la eventual incorporación de estos jugadores aportaría un valor adicional a una campaña en la que la posibilidad de ver a muchos más mexicanos en acción no necesariamente se puede traducir como una mejora al espectáculo. Sorry, pero tal cual.

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