EXPANSIÓN LMB O LA SOGA DEL AHORCADO

AGUILA2

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

2 de Noviembre de 2020- De alguna manera hay que decirlo, la Liga Mexicana de Beisbol sorprendió al mundillo beisbolero en pleno otoño. Aunque no haya sido precisamente con algo que se festeje más allá de litorales veracruzanos y tierras aledañas. Salir a la palestra para, primero, confirmar la No mudanza de los Tigres (aún de Cancún) y luego “asombrar” con el aviso de que “algunos” (no alguien) está interesado en hacer regresar el beisbol a Veracruz.

 

Nos abocaremos a lo segundo, que es mucho de llamar la atención.

 

Queriendo o ni, la LMB anunció de sopetón un movimiento de equipos, no sabemos aún si se trata de una expansión por nadie pedida o un simple cambio de franquicias. Lo primero se acompañó con reacciones inesperadas de “pjala sean 17 los equipos en 2021”, dejando de lado problemas de logística y demás yerbas, que no son cosa menor.

 

¿De veras querrán los dueños de clubes a de una vez ponerse la soga al cuello? Pensar que justo ahora es el mejor momento para incrementar el número de equipos participantes suena a despropósito. O son muy valientes o de plano algo saben que no comparten.

 

Sería más lógico, y sencillo, pensar que la dichosa “carta de intención” es en preparación a que tarde que temprano se sepa que uno de los 16 actuales clubes se va y que Veracruz aparece como plaza que rescata. Eso suena más creible y… cuerdo.

 

El boletín respectivo, al modo, habla de “un grupo de inversionistas”, sin mencionar nombres y apellidos, suficiente para que interesados en el tema y uno que otro  mal pensado atribuyan a este misterioso grupo de inversores funciones públicas localizadas y erarios como fuente de financiamiento. Todo cabe en la especulación y la falta de claridad en la información.

 

Las aristas del caso son muchas pero muy viables de ubicar. Vestir las intenciones con argumentos casi sensibleros (“regresa una plaza histórica” por ejemplo)  no satisface el interés… ni llena estadios, por cierto.

 

¿SERÁ?- Durante muchos años el estado de Veracruz fue ancla para la LMB, llegó a alojar a varias franquicias, ha sido cuna de incontables generaciones de buenos peloteros pero en la parte de negocio algo queda a deber. El furor que se sabe existe en la entidad no se traduce en asistencias, lleno o júbilo por la pelota exacerbado reflejado en las gradas.

 

Para empezar, la pregunta sería si en caso de ser equipo 17, ¿de dónde sacarías jugadores, cómo integrarían el roster? ¿Acaso hay el talento en México como para llenar 60 lugares en cantidad y calidad que satisfaga a la exigente afición jarocha?

 

Aún antes de imaginar que el regreso del Águila fuera un simple promesa de campaña (remember Guasave) supondremos que el misterioso grupo de empresarios ya le midió el agua  a los camotes, que hizo cuentas y que su conclusión, avalada por expertos dice que el proyecto es exitoso. Eso sí, imaginando que la pandemia no siga jorobando en 2021 y que deje al beisbol de verano llevar a cabo una temporada.

 

Ahora bien, es casi obligado a seguirse preguntando si el “gigantismo” de la LMB sigue siendo opción, si el valor de marca radica en autonombrarse “nacional” o en el número de equipos que contienden. Eso es parte del orgullo, se entiende, así que puede ser que jalar por Veracruz parea hacer más gruesa la soga del ahorcado no importa tanto.

 

FELINOS- ¿Cómo fue que los Tigres dieron marcha atrás y siempre no se van de Cancún? ¿Espantaron con el petate del muerto, hicieron la rabieta y les dejaron el dulce?

 

Que nos perdone Fernando Valenzuela (felicidades por el premio nacional del deporte 2020) pero atribuir que los Tigres se queden en casa suena mucho a arreglo con las autoridades y no precisamente de solamente “vamos a llevarla bien”. Suponer en este caso que las nubes del erario estatal se abrieron para el club es imaginar se que se les apareció el fantasma de Roberto Borge.

 

Amén.

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