RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

9 de Noviembre de 20020- Brotan los muchos que dicen hoy que el anuncio de la LAMP de pausar su campaña “estaba previsto”, que al menos ellos ya lo contemplaban y algunos más sentencian que “ni siquiera se tuvo que haber jugado”. Extremos surgidos al calor de la pandemia.

 

De entrada, la decisión tomada por pausar por algunos días la campaña fue tan necesaria como obligada. EL nivel de contagios en varios de los equipos llegó a un nivel alarmante y se tuvo que hacer un alto para que sirve para evaluar, para sanar en muchos de los casos y para replantearse los mecanismos que hayan fallado.

 

El decir que “se tuvo que jugar a puerta cerrada” nos parece tan de sobra como alejado de la realidad. Hay que poner atención al hecho de que el grueso de los contagios se dio entre los peloteros, no entre los asistentes a los pocos estadios que estaban permitiendo gente en las gradas.

 

Otro tema que surge es la presunta molestia de SKY ante los hechos, atenidos a fuentes que captaron la molestia. A lo mejor una asomada más cerna permitiría afirmar que ducho aserto es tan falso como una moneda de 3 pesos. Se detiene en todo caso la cadena de suministros, la producción de los juegos está a cargo de televisoras regionales, costo de SKY tiene por juego realizado así que en este rubro todos pierden… a reserva de que las acciones se reanuden.

 

¿Fallaron los protocolos, las medidas asumidas o fue asunto de que la naturaleza del pelotero, su forma del día con día, venció a lo dictado para encarar la pandemia.

 

Eso es algo que en unos días se sabrá a ciencia cierta. Lo demás seguirán siendo, como hasta hoy, meras especulaciones.

 

CHARRAS- Se mantienen los trascendidos sobre el presunto intento de expansión de la LMB a 18 equipos, lo cuales podría ser en 2021. Según la especie, además del Águila de Veracruz se buscaría que el eventual cuadro 18 fuera (imagínese nada más) un equipo de Guadalajara, trayendo a la mente el supuesto esfuerzo porque la capital tapatía sea la segunda ciudad que tiene y mantiene beisbol todo el año en México.

 

Sabido y reconocido desde hace más de un mes que en el club Charros traen una bronca grande a nivel directivo, luego de que quien fuera su hombre importante a nivel dueño, Salvador Quirarte, fuera obligado por los socios a dejar el cargo (y al club) por cuestiones de falta de claridad en lo relativo al club de basketbol que también administraba.

 

En lo beisbolero, vemos el ingreso a la LMB de los Charros muy complicado, muy ojona pa´paloma, a no ser que detrás exista una intención vestida de dineros oficiales, de que Enrique Alfaro esté siendo “enganchado” bajo la promesa de que un equipo de beisbol es buena plataforma para el 2024.

 

Eso o la idea de que no sería una expansión tal como se oye sino más bien se reduce a ser un movimiento agazapador de que se tejen dos mudanzas al menos, dos salidas de la liga y mejor dejarlo ver como recomposición. Crecer en número en tiempo de severa crisis no es precisamente una buena idea.

 

REGRESO- Tiempos de premios a lo mejor de la temporada 2020 en las Grandes Ligas y al mismo tiempo, que sirve para más o menos esconder noticias graves como sería la reinstalación de Alex Cora como manager de los Medias Rojas de Boston. Regresa al timón de la panga roja luego de ser enviado un año a la esquina, con orejas de burro, al ser acusado de hacer trampa con su equipo y luego con los Astros de Houston.

 

No es poca cosa: fue sancionado con apenas un año por cometer una de las peores traiciones al deporte, ser protagonista de uno de los eventos más desleales y aberrantes en este deporte en su historia y ahora regresa por la puerta abierta, sin que nadie diga nada, entre la aceptación de ofendidos y el gozo nada disimulado de la organización que le da cobijo.

 

Exceso de simulación, carencia de la crítica. Vengan los premios, sigamos hablando del beisbol del nuevo siglo.