LA FAMA ACOMPAÑADA POR “GREENIES”

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RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

LA FAMA ACOMPAÑADA POR “GREENIES”

 
20 de Noviembre d3 2020- Sentado con desparpajo sobre un escritorio, el ahora expelotero nos confiaba las peripecias de la profesión, tantas y de tal calibre que muy frecuente era que para sobrellevarlas, era común el consumo de pastillas y anexas. Hoy, esas y otras sustancias  son prohibidas por el beisbol profesional y esa generación de jugadores, no pocos, relegados de legar al mítico Salón de la Fama de Cooperstown.

Se dio a conocer la papeleta de votación para la generación 2021 para del salón, varios nombres muy conocidos y reconocidos, otros no tanto, en una rara mezcla que ha hecho pensar, incluso, que ante la falta de “punch” de los segundos, puede y que se cuelen los primeros. Claro, existe la posibilidad de que así sea sin quererlo, los votantes se inclinen por no elegir a nadie.

Persiste entre un grueso segmento de la fanaticada la sensación de que debe mantenerse el “castigo sobre los tramposos”, a la luz de que sacaron provecho del uso de los esteroides para no solamente lucir sino sobresalir, para destacarse muy por encima de los demás miembros de su generación y así labrar, enelagunos casos, carreras de leyenda.

En la papeleta conviven Roger Clemens, Barry Bonds, Sammy Sosa y Manny Ramírez con Mark Buehrle, Bobby Abreu, Tori Hunter y Barry Zito, entre otros, dejando ver que en ese grupo de primer año no hay el suficiente nivel, aunque lo haya, como para optar por ahora sí dejar entrar a quienes han sido relegados a causa de lo que hoy es conocido como “trampa”.

Buen dilema de y para los votantes.

AZUZAMIENTO- Pero por si algo faltaba para exacerbar el tema, apenas hace días que se dio a conocer que el dominicano (y presunto aspirante al salón) Robinson Canó fue suspendido 162 por haber sido descubierto por segunda ocasión en el uso de sustancias. Ahora sí que coincidió para traer a valor presente el ahora (ante era permitido) tema del uso de estimulantes entre los peloteros.

Si damos por bueno que Bonds, Clemens, Sosa y Ramírez son confesos” de lo que se les achaca, ¿cual sería el racional con el que se justificaría su eventual ingreso? ¿Sería acaso un velado “perdón” para la generación acusada de usar esteroides? ¿Qué impacto en el corto y mediano plazo tendría este supuesto?

La pelota está en terrenos de los votantes, en nadie más. En su decisión final se pone en juego mucho no solamente la imagen del salón de la fama sino del beisbol mismo. Aquí hasta ahora no hay “verdad histórica” que valga, continúan las presunciones, se mantienen las calificaciones y los adjetivos. Pero las dudas continúan manchando.

RAZONES- Lo de Canó raya en lo incomprensible, por no decir que en lo absurdo. Mire que incurrir en lo ya prohibido, a estas alturas de lls tiempos y las circunstancias, poniendo por los suelos una imagen que a estas alturas levantaba admiración en su país natal.

Poner en riesgo, mucho, su condición de “héroe” de portivo, de “gran pelotero” u calificativos asociados, todo por acceder a sustancias cuyo uso no tienen defensa alguna. El pelotero no ha salido al ruedo a decir algo, ni siquiera el consabido “no sabía lo que estaba usando” o aventar la bolita hacia otro lado. Dejó a su equipo, los Mets de Nueva York, con la tarea de lamentar su caso, a su nuevo dueño pensando qué hacer en 2022 en que termina el castigo o en el acuerdo a que tendrá que llegar para no j           ugarlo… y pagarle.

El mensaje que se envía es terrible, pega en el centro de una polpemica inacabada y ayuda a revivir un tema que aunque sea de a poco, parecía quedar en el pasado.

Pero Canó dio positivo y el tema revivió. Así las cosas.

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