EXPANSIÓN LMB: ¿IMPUESTA, NO NECESARIA?

EXPANSION

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

9 de Diciembre de 2020- Finalmente, se cumplieron los (malos) augurios y el día de ayer se hizo oficial la expansión de la Liga Mexicana de Beisbol al agregar a su papeleta a dos franquicias más. Esto es, que la LMB crecerá a 18 equipos. Quisiéramos sumarnos al aparente júbilo que esto causa en algunos, hay razones que lo impiden.

 

Regresan a formar parte de la LMB las plazas de Veracruz con el Águila y Guadalajara bajo el nombre de los Mariachis. De entrada, si todo derivara de aspectos deportivos, habrá que analizar el movimiento desde esa perspectiva pero sobran motivos (ahí viene el 2021) para al menos suponer que las plazas representan objetivos de corte políticos-electorales. Mal pensado que es uno, ¡caray!

 

De entrada, llama la atención que el regreso de Veracruz se adorne hablando de tradición e historia, como si esto fuera suficiente. Se hace alusión al júbilo por cuestiones históricas, por hacer recordar tiempos casi inmemoriales, los años Cuarenta del siglo pasado y estridencias que a que poco aluden a un reciente pasado en donde se unieron las trácalas de gobierno y directiva para además de ganar un campeonato, darle en la torre a este deporte en el puerto jarocho. Eso y la ausencia de fanáticos en el estadio.

 

Lo que sí provoca el alzamiento de cejas es que se advierta que Guadalajara será la plaza número 18 además de que se convierte en la segunda ciudad mexicana que tiene beisbol todo el año. Se cita a un grupo de empresarios que supuestamente, nada tienen que ver con la directiva de los actuales Charros LMP, ¿Se puede culpar a quienes piensen que todo es una gran mascarada que huele mucho a truco agazapado para que sea la misma gata nada más que revolcada.

 

Curioso es que en la presentación del “debut” de los dos “nuevos” clubes no hayan estado presentes los gobernadores de ambas entidades. Curioso, cuando menos.

 

RAZONES- Ante los hechos, lo menos que se pudiera pedir es que la liga deje en claro que se trata de un crecimiento ideado y pensado con toda lógica, racional enteramente. Que tras ella no hay razones políticas, presiones de alto nivel, imposición algunas o intereses que poco tienen de empresarial o deportivo y sí mucho de ganancia clientelar. Vamos, que la LMB deje libre de toda sospecha que el crecimiento no fue impuesto desde Palacio Nacional (en donde todo se concretó, por cierto).

 

En consonancia, que deje en claro que los nuevos capitales no emergen desde los erarios estatales, que son franquicias que llegan con planes de existencia de al menos cinco años, garantizados, sin dejos de pronto abandono y que no se vale apelar a la historia para muy pronto traicionarla.

 

Lo que llama la atención es que no se vea que haya una reflexión profunda acerca del impacto estrictamente en lo deportivo, que se piense que existe el material humano suficiente para hacer viable la presunto crecimiento, que hay un océano de peloteros de los cuales echar mano así que se garantiza de antemano el equilibrio competitivo.

 

Queremos pensar en que se pensó e ideó la logística para conformar ambos rosters, que no dejarán a los “nuevos” equipos a la deriva y a esperar que del cielo les caigan peloteros con el que al menos, garanticen librar su primer año. Ni modo que se piense que los clubes que atestan sus listas aprovechen para el negoci: “lleve lo que necesita, aquí se los vendemos”.

 

Porque no será invocando al fantasma de Martin Dihigo como se llene el estadio de Veracruz y no será recordando a Elrod Hendricks como se jale gente al parque de los Charros. Para eso se requiere buenos equipos, buen espectáculo. No tenerlo presente es tejer en el vacío.

 

ESTRATEGIA- Que si la cosa fue “carnita” para hacer ruido en aras de llenar el profundo hueco dejado en esta pandemia en el sentido informativo, puede que las cosas no sean tan malas. Estos meses han sido de un silencio estruendoso, de no decir nada y de casi no hacer nada. Los clubes cerraron sus puertas y hasta la vista.

 

De eso al gran salto a salir con la noticia de una expansión, en la víspera de un año 2021 que se anticipa será sofocante en lo económico, ofrece motivos más para preocuparse que para celebrar, así sea que haya quien se  regocije aludiendo a la historia.

 

Esa que al parecer es lo menos que se toma en cuenta para el desatino. ¿Acaso alguien pensó en el impacto  en el efecto que esta expansión, no deseada, tendrá en la liga? ¿En su calidad competitiva en el equilibrio de fuerzas? El producto se merma, ¿nadie se da cuenta?

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