MOMENTO DE DEFINICIONES EN LAMP

NARANJEROS

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

19 de Enero de 2021- Se redacta la presente entrega cuando restan apenas unas cuantas horas de iniciar el juego número seis de las series semifinales de la LAMP. En Hermosillo y Obregón se reanudan los duelo en los cuales Naranjeros y Tomateros están adelante tres juegos a dos, lo que significa que este martes Sultanes y Tomateros se estarían jugando la vida deportiva.

 

Se recalca así que lo más emocionante siempre queda para el final, para estos momentos en que se define prácticamente el campeonato de liga y la aspiración de ganarse el boleto para la Serie del Caribe.

 

Han sido, sí, dos series atractivas, interesantes y muy competidas. Hay quien alza las cejas, por ejemplo, al ver que los Sultanes de Monterrey hayan llegado a estas instancias, dejando de lado que es la postemporada precisamente donde emergen los atributos que suelen agazaparse en el rol regular. ¿Cómo, se preguntarán algunos, los Sultanes semifinalistas teniendo como cuarto bat a Ricardo Serrano? Y mire que Serrano ha mostrado el peso y valor de la experiencia en estas instancias.

 

Series en las que más que nunca se cuestiona a los managers, cada uno con su estrategia y su lógica, su manera de ver al juego. Se comenta, por ejemlo, que a Sergio Omar Gastelum no se le da el llamado “juego pequeño”, que no manda tocar la bola el situaciones clave y argumentos por el estilo. Se da así paso a la polémica, temas para las charlas de café o discusiones de madrugada.

 

Todo esto de alguna manera, ayuda a ponerle más sabor a la postemporada, a la que afortunadamente ha podido llegar la LAMP.

 

TINO- Llegaron los Tomateros de Culiacán a Ciudad Obregón bajo la esperanza de que dos factores, al menos, regresen a la acción: que Jesse Castillo sea nuevamente el factor clave a la ofensiva y que Edgar Arredondo repita una buena tarea sobre la loma. Esa era la opción para el sexto juego, acudiendo al pasado más reciente mientras que para los Yaquis lo era que Faustino Carrera tuviera la estamina para lo que se estimaba que sería un duelo de pitcheo.

 

Y es que para los guindas, dejar a JC Ramirez para un eventual séptimo juego, acudiendo a ese pasado reciente, dejaría dudas luego de que el foráneo no estuvo tan bien en su primer accionarse en la serie.

 

En Hermosillo, para los Sultanes no habría de otra más que el de tener los arrestos de superar la supuesta imbatibilidad de los Naranjeros en su casa. Por lo pronto, para el sexto choque los regios mandarían al experimentado Edgar González a la loma, la mejor carta, creemos, para aspirar llegar al límite de la serie.

 

Se reitera que sea lo que sea, sea quien llegue a ser campeón, será un digno monarca, emergido de una temporada atípica, extraña por mucha razones, y cuyo mayor riesgo es la maldita pandemia.

 

ENTORNO- Se configura de esta manera una Serie del Caribe a la cual rodean muchas suspicacias, tanto por situaciones derivadas de la pandemia, como por lo visto y no visto en este invierno.

 

¿Panamá sin liga, sin actividad, pero con representante?

 

¿Puerto Rico con muy rala actividad, con un nivel de juego que se ha visto pobre según los estándares de su proverbial calidad?

 

¿Dominicana sin los grandes estelares que adornaron su rol de juegos?

 

¿Venezuela saliendo de un torneo desarrolado casi en la secrecía que las condiciones sanitarias le impusieron?

 

Mazatlán como sede justo en medio del “segundo aire” que tomó la crisis de salud, surgiendo como aparente “sede ideal”, cual oasis en el desierto. Con poco público en las gradas, con severas dudas sobre los protocolos a aplicar pero con la esperanza al final de que todo sea un éxito.

 

Días, pocos, para encontrar las respuestas a estas y otras dudas que por ahora, son meras suspicacias.

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