ALGODONEROS ELEVA LA BARRA ALTO

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RINCÓN BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos

VIAJE- El club Algodoneros de Guasave, integrante de la liga Mexicana del Pacífico, recién acaba de anunciar que su equipo estará participando en un torneo a celebrarse a finales de este año en Cataluña, región de España. El anuncio, por supuesto, hizo que no pocos alzaran las cejas y recibieran con dudas, tanto como azoro, la noticia.

¿Qué tiene que hacer un equipo de beisbol en un país que como España, es eminentemente futbolero? ¿A qué la tiran los Algodoneros con este viaje?

Lo primero que salta a la vista es que se trata de una invitación que no se podía rechazar, una oportunidad casi única para no solamente hacer pretemporada sino para contribuir a fomentar la práctica del beisbol en un país en el cual el gusto por el Rey de los Deportes es, digamos, incipiente.

Lo segundo no sería cuestionar la logística a implementar, que de sí tiene lo suyo al ser un viaje en plena pretemporada, sino el hecho de que el club se está atreviendo, se animar a abatir fronteras y que de seguro será algo que será bin visto por las Grandes Ligas, que no hace mucho llevó una serie Yankees-Medias Rojas a Londres, que lo mismo puede verse como algo fuera de poco.

Más que observar la viabilidad del largo viaje, sería cosa de ver la oportunidad, el sentido de utilidad que podría acarrear esta incursión al viejo continente de un equipo que asó, a querer o no, buscaría ampliar su sentido de marca, de fijar sus intenciones de presencia mucho más allá de sus fronteras y de paso, abonarle en algo al beisbol mexicano.

¿Buena noticia? Sí, definitivo, y ojala que la pandemia permita que se concrete el plan. Lo deportivo puede quedar al margen, los resultados incluso, aunque no es desdeñable contrastar niveles de juego que curiosamente, a la hora de eventos como los Juegos Olímpicos, producen notas, notitas y nototas.

¿LOCURA?- Vaya que levantó polvo la firma de Fernando Tatis Jr. por parte de los Padres de San Diego por catorce años y 340 millones de dólares. Es un supercontrato para un jugador muy bueno, cierto, con gran proyección pero cuya firma, desafortunadamente, cae en el terreno de la pregunta “¿en verdad vale tanto dinero?”.

Dejemos de lado el cuestionar si los Padres tienen tanto dinero, si es ya están metidos de lleno en la pugna con los equipos de cartera gorda y si es así que piensan enfrentar, cara a cara, a los Dodgers de los Angeles.

Aquí el tema es como en medio de una aparente tendencia a reducir gastos y costos,, manifestada en la política de salarios, el club decide extender un contrato que por estas fechas resulta atípico. Tatis tiene apenas 22 años de edad y los Padres lo firmaron hasta que cumpla los 36.

¿Qué impacto tendrá este asunto viendo hacia el futuro? ¿Será caso aislado?

Recordemos que estas cifras son garantizadas, que no importa si el pelotero se lesiona o surge algún imprevisto: la lana caerá en la cuenta del pelotero, que asegura así su futuro, el de sus hijos (cuando los tenga), el de sus nietos (que le lleguen) y alanza tal vez para bisnietos y choznos.

Y para pensarla si vemos que los Padres no son de aquí a, digamos, cinco años, campeones. Si navegan por las aguas del “ya casi” pero “siempre no”. Tal vez sea visto como la cara de la franquicia, el nuevo “Mike Trout” del sur de California de quien digan que es muy bueno, que sirva para promocionar al club, que genere venta de boletos pero cuya aportación quede sin anillos de serie mundial.

A lo mejor, solamente tal vez, una inversión de 340 millones de dólares deber servir para algo más que vender mas cerveza en el estadio.

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