LA MAGIA DE LOS CIEN MIL

Olmecas edio

RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

24 de abril de 2019- Muy buena la noticia que dio a conocer la Liga Mexicana de Beisbol por cuanto a que en comparación al mismo período del año anterior, en este 2019 se dio un incremento de 100 mil aficionados asistentes a los estadios. Haga usted de cuenta que ha existido magia, autoría toda de esos miles de seguidores de béisbol que decidieron regresar a los parques de pelota.

 

Aquí hay que poner de lado las dudas-suspicacias sobre el “rehileteo”, los boletos regalados y demás mermas: las imágenes que se dejan ver en la rala difusión televisiva de los juegos da cuenta que efectivamente, aumentó el arribo de la gente a los estadios.

 

Nos queda claro que esencialmente, este incremente se debe en buena parte a dos factores: 1) el surgimiento de nuevas expectativas ante el arribo de nuevas directivas en plazas ayer castigadas por malos manejos deportivos y 2) el estreno del nuevo estadio de la ciudad de México. Fuera de eso, no vemos otros factores que pudieran acreditarse como méritos de la liga.

 

Veamos los crecimientos de asistencia en ciudad de México, Villahermosa, Puebla y Durango para entender lo que aquí decimos. Reflejo de que por un lado, la población está viendo en nuevas administraciones nuevas posibilidades y por la otra, que en la capital del país, al menos hasta ahora, el nuevo inmueble ha servido para alejarla de la zona de las peores plazas del circuito.

 

Todo esto, hasta ahora. Luego ya veremos.

 

¿MÉRITOS?- No deja de ser tentación para algunos el intentar colgarle la medalla por el logro cuantitativo a la administración de la liga, que en realidad poco ha hecho en este sentido al no aportar el factor cualitativo.

 

Esto es, no ha asistido más gente porque haya un mejor espectáculo, muy aventurado sería afirmarlo y mucho menos cuando el factor “Franklin” se hace presente. Digamos que la gente “ha regresado” y nosotros dudamos que haya en este evento un sector grueso de “nuevos aficionados”.

 

Lo que sí percibimos es que priva (hasta ahora) un renovado fervor por algunas franquicias y que esto ha provocado que regresen aquellos que habían desaparecido ante los malos resultados deportivos y las malas prácticas gerenciales.

 

Porque el “Alfredo Harp” es apenas un incipiente ánimo modernizador de la infraestructura de que dispone la LMB, algo aislado y que no permea a las demás plazas. Eso ayuda a que crezcan las asistencias en ciudad de México y hasta ahí.

 

Ahora, a esperar más buenas noticias ya que se decante la nueva realidad de cuando los equipos fijen su curso y especialmente, si es que el sistema de dos vueltas ayuda a que se mantenga la tendencia. Ahí veremos si decir el “hasta ahora” se queda en arranque de caballo” y no termina en “parada de burro”.

 

PROVOCACIÓN- La desde hace sempiterna polémica entre deportes, la estéril discusión que nada aporta, esta semana acelerada porque algún representante de la “versatilidad periodística” buscó sus quince minutos de fama.

 

Bastó al personaje de marras agredir en redes sociales al béisbol (comparándolo con el futbol de barrio) para que se encendiera la mecha entre el sector “duro” del gremio beisbolero. Una muy mala interpretación de un video en donde se observa a un pelota que escucha a un aficionado encarador como pretexto para que el simple “buscafama” saltara a la palestra y ponerse a modo para ser declarado “enemigo público número dos” (el uno es la “Franklin”).

 

Ciertamente, ni los oportunistas como este tipo, ni los ramplones que ya hasta pontifican ni los gangsters del periodismo de costumbre ayudan en algo al béisbol, pero eso ya debería ser visto como parte del paisaje cotidiano.

Lo realmente dañino está más allá de estas lacras del periodismo y en consecuencia, lo menos que se debe hacer es ponerles atención. Dejar que ello sean los que consuman su propio veneno.

Que si nos preguntan quién es el zuato aludido, ni ganas de conocer su nombre. Hay nombres que ni para armar un directorio sirven.

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