LAS DINASTÍAS NO SON PARA SIEMPRE

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RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

18 de Noviembre de 2021- Muy ambicioso suena que en la LMP, los Tomateros de Culiacán aspiren a este año lograr un cetro más a su cuenta y que éste podría ser conquistar el tricampeonato. Realizable pero complicado, más aún viendo y sabiendo que de alguna manera, el roster que administra Benjamín Gil ya muestra de una veteranía ya no tan apta como hace 3 o 4 años.

 

Se entiende que de alguna manera, el cuadro guinda actual sea casi una réplica de lo visto temporadas atrás, nombres y figuras conocidas y reconocidas por su afición que de alguna manera, han visto revivir aquella generación de los mediados de los Noventa, de la que Gil fue parte por cierto, y que se encuadra como la más representativa hasta ahora en la historia del club.

 

Fue, para decirlo pronto, una dinastía como muchas ha habido en la liga. Muchos otros equipos las han tenido, al estilo de Hermosillo con la generación de Espino Kalimán, Celerino y etc.: Obregón cuando consiguió el “tri” bajo el mando de Eddie Díaz; Mazatlán con su tercia de pitcheo Campos, Ortega y Silva. Y recordando esos casos se sabe que las dinastías no son para siempre.

 

Que el relevo generacional está presente, qué bueno, a esperar el tiempo en que proyecten al estrellato pero mientras, hay que saber esperar los tiempos en que las cosas no se den y haya frentazos de por medio.

 

De otra manera, se reconoce, los becerros se hacen pandos.

 

DILEMA- Y mientras transcurre la pelota invernal, hay tiempo para seguir de cerca lo que rodea a las Grandes Ligas, concretamente lo más allá de lo deportivo y que entra en el tema de la casi política.

 

MLB y el Sindicato de peloteros están protagonizando una sorda lucha de poder mientras que corre el tiempo en que se supone debe quedar listo el nuevo contrato colectivo el cual, aparentemente, pudiera no quedar listo antes de que arranque una temporada 2022 que por eso mismo, hay que ponerla en duda.

 

Rob Manfred y sus huestes contra la todopoderosa Unión de Jugadores que para estos efectos, no parece estar del todo alienada con el carismático Comisionado. El sindicato ya le agarró gusto a eso de compartir los frugales resultados económicos del negocio, a sacar tajada no solamente de la apertura de los dueños a ofrecer salarios de miedo sino a cumplir su misión de representar los mejores intereses de sus agremiados.

 

El presunto diálogo estará girando en torno al dinero, no hay de otra. Y en ese camino tal vez topen con pared más de una vez. Dígase con certeza que efectivamente, la posibilidad de que no haya campaña el año entrante está latente. Cercanamente latente.

 

PREMIADOS- Llegó la fecha y tal cual, se dieron a conocer a los ganadores del trofeo “Cy Young” en ambas ligas. Poco de novedad al saber que Robbie Ray en la Americana y Corbin Burnes em la Nacional fueron los ganadores del preciado trofeo, merced a los méritos hoy en boga y que a ojos de los votantes son una especie de Santi Grial.

 

Ray, por ejemplo, tuvo marca de 13-7 con los Azulejos de Toronto, su efectividad fue la mejor del circuito con 2.84, recetó 248 ponches, trabajó 193.1 entradas y su WHIP lo dejó en 1.04.

 

Por su parte, Burnes finalizó con marca de 11-5, encabezó a las Mayores en PCL con un magnífico 2.43 en un total de 167 entradas y 234 ponches además de un WHIP de 0.94.

 

Como se puede ver, cifras a las que seguramente se agregan las de BABIP, FIP, BFP, ERC y demás yerbas soberbiométricas.

 

Como para retomar la pregunta: ¿qué prefieres: un pitcher de record 20-2 y 3.40 de efectividad o uno de 5-14 con 0.96 de PCL? Integrantes de la secta favor de abstenerse.

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