RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
27 de Mayo de 2022- Creemos que lo primero que se debe preguntar es si uno debe sentirse sorprendido por el hecho de que hayan sido despedidos cuatro peloteros que llegaron este año a la liga Mexicana de Beisbol en calidad de contrataciones “bomba”. El ditirambo y el exceso de ruido solamente les alcanzó para menos de un mes.
Khris Davis, Justin Bour, Josh Reddik y Pablo Sandoval se bajaron del barco luego de su paso por la LMB que además de efímero, no deja huella. Se marchan de la liga dejando muy poco, o nada, como para que les recuerde.
Las razones de su salida, apenas las saben los clubes Diablos y Acereros,que así como los firmaron así los despidieron, aunque en el caso de Reddick lo suyo fue anunciar el retiro antes de que lo retiraran, Lo que se pueda saber no es producto de sesudos análisis sino de verse privilegiados con filtraciones que en México tiene tan bien afinadas los clubes.
Se vale entonces especular y soltar teorías, que a la mente vienen al menos tres teorías.
Una, la motivación: peloteros que habiendo jugado en Grandes Ligas llegaron al país esperando al menos ver reverdecer laureles y al no ver rebozantes jardines sino desolados desiertos se les acabaron pronto las ganas.
Dos, la edad, un factor para sentirse cansados y mostrarse reacios a acatar la disciplina que impone el juego.
Y el tercer factor, que se comprueba una vez más las buenas firmas son aquella en que se contrata al pelotero por lo que puede brindar, no por lo que ya rindió. Sea la liga que sea, nadie triunfa solo con el nombre o el curriculum.
Pero si algún consuelo queda, al menos, es que ayudan a vender boletos.
DUELOS- Tal vez sea que con los años, lo único que se logra es aferrarse a la ortodoxia y vivir la pasión por el béisbol atado a los recuerdos. Tal vez.
Será por ello que entre otras cosas uno vez con cierto desaliento que hoy en día sea harto difícil encontrar programado un duelo entre pitchers mexicanos que haga ruido en la víspera, que motive lo suficiente como para ir al estadio. Hablamos de ligas nativas, aquí en lo local.
Preguntaríamos por ello, como ejemplo, ¿existe un duelo actual de abridores que genere por sí mismo alta expectación?¿Hay lanzadores mexicanos que se enfrenten entre sí y con ello hagan que la gente acuda a los estadios para ser testigos de dicho enfrentamiento?
Y es que en los años que se añoran, presenciar duelos entre los Romo y Piña, Arano y Peña, Pollorena y Sotelo, etc., choques que se anunciaban como “grandes duelos” porque eso eran efectivamente.
Hoy, suelo árido, muy desolado. La marcadotecnia no alcanza para vender lo que exuste.
EVOCANDO- La semana anterior, un buen amigos nos reportó desde la ciudad de México que en el estadio “Harp Helú” se encontraba de visita José Antonio Chaidez, expelotero sinaloense que llegó a jugar en LMB en los años de 1982 y 193 con los plataneros de Tabasco.
Conocido con el mote de “Cole”, Chaidez fue protagonista de una de las anécdotas más interesantes de que tenemos memoria en el béisbol mexicano, que trasciende para dar realce a uno de los inmortales de nuestra peota, como lo es Jesús Sommers.
En un día de juego, Cháidez, que jugaba de antesalista, se le acercó al entonces parador en corto de los Plataneros, Jaime Novelo, a quien le expresó sus grandes deseos de hacer su debut en la liga, lo suyo había sido languidecer en las sucursales de la liga tabasqueña. Y su debut en el circuito se dificultaba porque el titular de la tercera era nada menos que Sommers, pelotero ha hecho leyenda en el beisbol,
Novelo se acercó a Chucho y le comentó del interés de Chaidez por jugar a lo que el veterano preguntó “¿es el novato ese”? y al recibir respuesta afirmativa entonces se encaminó hacia el dogout, empezó a golpearse a propósito la mano contra el muro de las escaleras haciéndose un mínimo daño para entonces acercarse al manager Raúl Cano para decirle “Raúl, no puedo jugar hoy, me amolé la mano, juega al chamaco ese por mí”. Y así se concretó el debut del “Cole” Chaidez en el béisbol profesional.