YA ES HORA: LA LMB NECESITA DE LOS DRAFTS

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RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

6 de Julio de 2022- Tanto que la LMB ha imitado a las Grandes Ligas durante años, incluso con fruición de más, que resulta difícil de creer que a estas alturas no dispongan en sus estatutos de la figura del draft de peloteros. Algo que creemos debió instituirse desde 1981 luego del enorme hueco que produjo la huelga de ese año.

 

Tan timorata como cerrada, la LMB solamente ha acudido a la figura del para usos de distorsionar el marcado o afianzar monopolios. De los intentos hechos hasta ahora, destaca lo poco que se hizo en la desaparecida y fallida academia de Pastejé, que de pretender ser cuna concentradora del talento surgiente del béisbol mexicano derivó (por intereses propios del grupo en el poder) en agencia exportadora en beneficio de unos cuantos.

 

Las tranzas y maromas realizadas al amparo de Pastejé fueron muchas y tarde que temprano desataron el veto que MLB impusiera a la liga.

 

Otro remedo de draft, implementado casi a la fuerza, fue el de los jugadores que llegaron a actuar en Grandes Ligas y que de alguna forma evadían el enorme fraude llamado “derechos de retorno” de rancio aroma mansuriano.

 

Pero nada que intentara realizar un draft que a la vez de alentar al pelotero joven mexicano sirviera para buscar un equilibrio de fuerzas entre los equipos participantes. Fórmula que a querer o no, en las Mayores ha tenido éxito razonable y figura en la que se basa mucho una más justa y ordenada conformación de rosters. Vamos, poner en orden al talento.

 

DESORDEN- Las razones históricas de la no existencia de un draft en LMB lo mismo nacen en el desmadre vigente en la Federación Mexicana del ramo, durante años secuestrada por el nefasto Alonso Pérez, que no atinó ni buscó poner la semilla para que el amateurismo se convirtiera el semillero del profesionalismo.

 

Esto en razón de que al contrario de lo que sucede en Estados Unidos, en México no existe un sistema de béisbol universitario, que es de donde se nutre básicamente el draft anual de MLB.

 

Otra razón, de igual o mayor peso, fue la avaricia de clubes que encontraron un modelo de negocio en el acaparamiento del talento nacional y hallar una gran fuente de ingresos tanto en la exportación de peloteros como en la venta al mercado interno. Si los clubes “chicos” o sin lana querían jugadores, en esos clubes había inventario a granel.

 

Pero igual, nadie que viera por una medida que regulara tan irregular situación.

 

Lo malo, por no decir grave, es que así fue como la LMB fue torpedeando su sucesión generacional, el traslado de la antorcha.

 

ESTATICA- Desde hace algunos años que la producción y detección de talento nacional ha ido a la baja, como si el virtual rompimiento con las Grandes Ligas liquidara no solamente el modelo de negocios basado en la exportación sino además con el incipiente modelo de detección y seguimiento al talento joven.

 

Desde hace rato que no se puede hablar de “una nueva camada” de peloteros, de un grupo que integre una generación y a cambio, solo referirse a casos, pocos por cierto, que den constancia de poder brillar con luz propia.

 

Hablar de que pudiera existir un draft es imaginar que con ello se pudiera limitar el acceso hoy casi desproporcionado de firmas extranjeras o de recurrir a los jugadores de doble nacionalidad, eso sin hablar de las muchas naturalizaciones que aparecen por obra y gracia del registro civil.

 

Tal vez, no sabemos cuándo, a alguien se le ocurra sentar las bases para un draft estableciendo un seguimiento a las ligas infantiles y juveniles, fijando una línea de tiempo que contemple apoyos y compromisos. Nada descabellado si es que queremos imaginar que la LMB llegue a los 100 años no solo sintiéndose sino oliendo a joven, no a formol.

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