RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
26 de Julio de 2022- El sábado anterior, en juego celebrado en Aguascalientes, los Rieleros locales se hicieron de la victoria al ganar con marcador de 30 carreras a 7 a los Mariachis de Guadalajara. Score más que desproporcionado o contundente, más bien diríamos que avasallador y desmoralizante.
Lo anterior no solamente para el club derrotado sino también para una liga que ahí pudo observar mucho de lo que ha sido una campaña que deja ver áreas de oportunidad que urgen a ser atendidas.
Para Mariachis, la necesidad de hacer uso de once lanzadores que entre todos apechugaron con 29 imparables del contrario, logrando mantener su ineficaz al día siguiente en el cual recibirían 15 carreras más y dejar espacio para nueve anotaciones más para el último de la serie, Un staff tapatío que se fue de la capital hidrocálida haciendo permitido 54 rayitas en su contra.
Lejos, mucho, de aspirar a ingresar a la generosa zona de calificación, ya eliminados, los Mariachis solo esperan el ya inminente cierre de temporada observando el promedio de carreras limpias de su pitcheo colectivo anda en 7.55, salvado de ser el peor de la liga gracias a Durango (7.88) y a León (8.88).
Luego de lo que fue un 2021 de grata sorpresas para el cuadro tapatío, este año se les vino la noche desde temprano. Cuestión de que les dejaran sin el “apoyo” que llegó desde Palacio Nacional y aquello que una piedra cuesta abajo.
Y así, el 30-7 en contra fue tal vez el comienzo del fin, un severo golpe asestado contra la plaza, contra la afición. Porque levantar a este equipo, ahí en Guadalajara, necesitará algo más que un boletín.
RESTO- Con 11 juegos por celebrarse por equipo, muy poco es lo que falta por definirse y muy poco es lo puede esperarse de emociones. Lo que resta es esperar a que todo concluya.
¿Qué los de abajo peguen “zancadillas? En la zona Surr ya nada importa, Oaxaca, el itinerante Campeche y León ya no le hacen daño a nadie. En la Norte, donde si acaso algo puede pasar entre Saraperos y Rieleros para agenciarse el sexto bolero a los playoffs, de los sotaneros Durango y Guadalajara poco se puede esperar.
Lo más que se puede esperar, casi desear, es que sea un cierre de temporada bien jugado. Lo menos, ¿eh?
LIGA- La LMB está caso exigida para desde ahora ir pensando en el 2023 y determinar, su bies que ya está decidido, en si irán por una expansión o por una mera mudanza de equipos.
Lo que vemos como un hecho es que la liga no está armada para recibir ni a 16 ni a 18 equipos. Entre más haya, más sufre el nivel de espectáculo.
Tal vez alguno de los dueños de equipos, tal vez, pueda imaginarse que puede proponer una medida que auxilie a la LMB en aras de más competitividad y tal vez también, de más calidad.
La palabra “draft” espanta a más de uno pero ya se antoja necesario, verlo como una válvula que de control y dirección al armado de equipos, poner en acción a todos los clubes en la detección y seguimiento a nuevos talentos y no dejar que lo mejor se vaya adonde siempre.
Otro camino sería revisar lo de los extranjeros permitidos, lo referente al pelotero de doble nacionalidad y la discreción para “nacionalizar”, usos y abusos.
ESTUDIO- Lo que sí parece urgente de atender es el caso de los Piratas de Campeche, quienes todo el año no contaron con su estadio, que estuvieron peregrinando del tingo al tango, sin nunca ser “caseros” porque todo lo jugaron en patio ajeno. Este ha sido un caso muy cercano a lo vengonzozo.
Salvar el expediente que esto muestra “lo valiente” del equipo, “que hubo vergüenza profesional” y agregar cuanto lugar común se les ocurra no libra a la liga de señalarla como responsable directa de lo grave de este suceso que por ningún motivo debe volver a repetirse.