RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
9 de Agosto de 2022- Iniciarán hoy los playoffs de la liga Mexicana de Beisbol que se definieron desde hace rato y a los que se llegan con muy pocas sorpresas. Tres duelos correspondientes a la zona Norte dieron paso a la postemporada y a los que se agregarán mañana los tres duelos de la zona Sur.
Hoy abrirán Sultanes-Acereros, Algodoneros-Tecolotes y Rieleros-Toros mientras que mañana se jugarán los de Águila-Diablos, Leones-Pericos y Olmecas-Tigres. Se supondría que el primer punto de análisis debería ser el pítcheo pero siendo éste un factor “fantasma” este año en LMB, la lógica debe transitar sobre otros factores.
De botepronto, surgen como favoritos Acereros, Tecolotes y Toros en la Norte mientras que en la Sur serían Diablos, Pericos y Olmecas. Lo contrario podría ser considerado como “sorpresa” su es que se acepta el término.
Lo anterior puede ejemplificarse en la serie Águila-Diablos ya que el cuadro veracruzano sale victorioso, nadie podrá llamarse sorprendido si es que toda la campaña el pitcheo de los Diablos ha sido una zona de desastre. O que por ejemplo también, los Sultanes pasen sobre los Acereros y su roster tan internacional.
Ya sabemos que el cuarto calificado de cada zona llegará vía ese adefesio llamado “mejor perdedor” sobre el cual no merece vaticinio alguno.
CONSTE- Debe suponerse que estos juegos serán ampliamente difundidos y sobradamente cómodos de poder ser vistos y escuchados. Eso ameritaría, al menos, esperar una sustancial mejora con respecto a lo visto en rol regular.
Pero más allá de eso, hay que estar preparados para la ya infaltable “hoguera de las vanidades” que se vienen después de cada encuentro que protagonizan quienes aparecen en la narración y análisis de los juegos. La lucha de egos inicia partiendo de la violentación al paradigma de que la noticia nunca es el periodista y tal vez ello sea la máxima representación de que a un periodista (el micrófono no los salva de esta clasificación) no le pide imparcialidad sino objetividad.
Lo malo es de su parcialidad abusan y creen con ello ganar no solo el aplauso del público sino el reconocimiento de quien les paga y con eso, ¡oh sueño cumplido!”, sentirse parte del equipo.
Así la, digamos, tradición.
TELONAZO- Previo al inicio de su pretemporada, la LMB tuvo que padecer un cierre del rol regular que muy lejos estuvo de ser algo digno. Como para dejar señalado lo que fie el signo de la temporada, el estadio “Harp” de la ciudad de México fue escenario de un choque entre Guerreros de Oaxaca y Diablos Rojos del México que muy poco dio señales de que se trataba de mostrar la calidad del producto que se vende.
Un marcador de 18-17 que mostró de más, 36 imparables, seis golpeados y una bronca tan aparatosa como polémica. Como siempre, el pleito pasará a ser parte de lo anecdótico, será citado en el futuro bajo el cliché de “ser parte del beisbol” y listo. Para no pocos, un lanzamiento a la cabeza de un bateador “es lo de menos”, y sirve para abonar a la narrativa de un en juego más que olvidable.
Y llama la atención que nada se hable de la baja calidad vista, de la pobreza del espectáculo y mucho menos sirva para nuevamente, criticar a la multipropiedad, el “cáncer” permitido y promovido desde hace años en la LMB. Ni quien reitere no lo “curioso” sino lo impúdico de que sean dos equipos propiedad de un mismo dueño los que haya sido protagonistas del desaguisado.
Lo peor: argumentar que la bronca es indicativo del profesionalismo de los peloteros, de que aún siendo ”hermanos”, se la parten por sus respectivos colores. La autocensura antes que patear el pesebre, Mejor enriquecer el relato que agrade al Tlatoani.
DESMEDIDOS- Mueve a la pena ajena, cando menos, leer o enterarse de comentarios tan desmedidos a los que movió el segundo cuadrangular de Joey Meneses en las Grandes Ligas. No hay recato alguno para enseñar el nivel de sumisión rupestre (tal vez al pelotero) para decir, por ejemplo, que el batazo del sinaloense sirve para mostrar que el pelotero “ha hecho que los Nationals se olviden muy pronto de Juan Soto”.
Decir que el comentario es lamentable es quedarse corto.