UNA EXPANSIÓN ALGO CONSPIRADORA

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RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

11 de Noviembre de 2022- Bueno el ejercicio por hacer de la presentación del equipo de Querétaro una noticia estelar y dejar de lado el que hayan adoptado como nombre de guerra el dubitable nombre de “Conspiradores”. Y a querer o no, el mote abona en algo al aire de dudas que ronda sobre el arribo de esta nueva franquicia a la liga Mexicana de Beisbol.

 

Para empezar, se dio la presentación sin que la propia LMB aclare si se trata de una expansión, de que el circuito aumentará su papeleta a 20 equipos o si este es un movimiento en antelación a que dos de sus actuales 18 integrantes vayan a salir de la lista.

 

Se dio la presentación de los “Conspiradores” sin la necesaria información acerca de la presunta otra franquicia que la acompañará en lo que no sabemos si será expansión. Ellos se aventaron al ruedo en un movimiento que se traduce como que todo está ya aprobado, afirmando que lo suyo será debutar en el 2024, con estadio nuevo bajo el brazo.

 

¿Debemos entonces dar como un hecho de que será Chihuahua la otra nueva plaza?

 

Todo, reiteramos, bajo la capa de silencio de la LMB debiendo acudir al conocido refrán de que “el que calla, otorga”. ¿O no es así?

 

IMPLICACIONES- Las cosas a la distancia se pueden ver bien si es que nos apegamos al discurso del presidente de la liga, Horacio de la Vega, quien se mantiene en la narrativa del crecimiento, de la aparente capacidad superavitaria del circuito y así hace pasar a segundo plano las debilidades financieras por la que no pocos clubes están atravesando.

 

Lo anterior es la razón por la que creemos que no habrá expansión en la LMB sino que se ceñirá a la condición de mudanza de franquicias. Lo contrario implicaría un reto que roda ampliación en el número de equipos conlleva: la competitividad.

 

Jalar por dos nuevos clubes entraña la necesidad de firmar peloteros, digamos que al menos 60 (nativos) y aquí el tema es que la producción de nuevo talento ha bajado de ritmo de manera muy marcada en los últimos años. ¿Sería raro pensar que habrá un draft que se arme con peloteros que los otros clubes cedan?

 

Porque imaginar que estos dos nuevos clubes (suponiendo una expansión) comiencen de cero la integración de sus rosters es suponer que deberán traer un buen respaldo financiero para lo mismo comprar de otros lados que acelerar formación en academias propias que les rinda frutos en máximo dos o tres años. Y es que no creemos que haya en las nuevas franquicias la expectativa de largo plazo, de convencer a sus aficionados que sus planes son los de ser una franquicia ganadora en el corto, muy corro plazo.

 

Penumbra de dudas como para ir conspirando.

 

AMINORADO- Pasó sin mucho estruendo la entronización 2022 de los nuevos miembros del Salón de la Fama del béisbol mexicano, una muy buena generación que trasciende por la llegada de cuatro expeloteros en verdad trascendentes. Nos referimos a Vinicio Castilla, Isidro Márquez, Matías Carrillo y Barney “Grillo” Serrell, a quienes acompañaron Eduardo Jimenez, el cronista y periodista Jorge Menéndez y José Luis “Recorcho-lis” Sandoval.

 

Empezando por Serrell, reconocido como el mejor segunda base extranjero que ha venido a México (años 40) la trilogía que encabezó la lista sobresale por sobre todo: está de sobra mencionar los muchos méritos de ellos para hacerse de un nicho: Castilla como el pelotero de mayor “punch” que ha tenido México en las Mayores, Márquez el mayor taponero a nivel casero y Carrillo el segundo jugador más completo que se ha visto a nivel casero.

 

El evento de entronización, bien, en todo lo alto pero a ello le siguió una cobertura que sentimos “rabona”, muy renga y que queda solo como un evento más del calendario anual.

 

Y nadie que arme polémica porque dentro del grupo de exaltados se encuentre, por ejemplo, a alguien que abusó en la época de los esteroides y otro que tuvo una trayectoria encorchada. Nadie hable de eso.

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