¿QUÉ HACER CON EL DINERO DEL CLÁSICO?

MEXICO CLASICO

RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

22 de Marzo de 2023- Llegó a su fin el Clásico Mundial de Beisbol teniendo como desenlace el cetro obtenido por la selección de Japón, título obtenido de manera justa luego de derrotar al equipo de Estados Unidos 3 por 2 en un gran choque de pelota. El telonazo bien pudo ser parte de un guión calibre Hollywood; el fenómeno Shohei Othani ponchando en cuenta de 3-2 a Huitzilopochtli, el dios de la guerra (War) Mike Trout.

 

Saldo todo a favor del evento, tanto en lo económico como en lo concerniente a difusión y promoción del deporte pero aún más, a constituir un rotundo timbre de orgullo para quienes fueron convocados a participar en este torneo. Ello serán los mejores difusores del clásico en los años por venir.

 

En México, los índices de audiencia reportados por Imagen TV nos hacen ver que el impacto de las transmisiones fue monumental, que mucha gente se interesó por el béisbol, que se acercó para comprobar que este jueguito encierra todo un universo de emociones que de alguna manera, no son similares a los que otro deporte contiene.

 

Ya se verá que viene en “el día después”.

 

REPARTO- Mal que bien, hay que hablar de lo económico, de lo que obtuvo el cuadro mexicano, sus integrantes por lo realizado. Se dio a conocer que los premios obtenidos fueron por la cantidad de un millón y medio de dólares, algo así como 27 millones de pesos, que en estricto sentido de la justicia debe decirse que es una generosa recompensa.

 

Pero, y esto también debe decirse, las reglas de la organización indican que solamente la mitad corresponde a la delegación entera porque la otra mitad, o sea 750 mil dólares, deben corresponder a las federaciones nacionales. ¡Oh, demonios!

 

Recordemos que en las ediciones anteriores hubo total opacidad de lo que hizo la ineficaz FEMEBE con la lana obtenida, ni siquiera una pista de la aplicación de los recursos que presuntamente, en promesa salida de su entonces cacique y casi dueño Alonso Pérez, sería dirigido a realizar infraestructura y apoyo al béisbol infantil mexicano. ¡Puras papararruchas! Aquella voz salió tal vez de algún “delirius tremens” que azotaba al militar.

 

Evocando eso es que ahora se pregunta uno, ¿cuál será a ser el destino de la lana que ha caído en la bolsa de la Federación?

 

SEÑALES- Que se sepa, en la actualidad la FEMEBE no pasa de ser un organismo de vida institucional “flotante”, de espectro fantasmal, que mantiene la tradición de generalmente ser convocante a torneos internacionales sujetos, eso sí, a que sean sufragados con dineros de los gobiernos estatales.

 

Ante la desaparición del antes amateurismo, desaparecieron los torneos de primera fuerza, que constituían una importante reserva de buenos peloteros jóvenes que ahora son sustituidos por la rapiña de los clubes profesionales, que solo esperan a que egresen de las ligas infantiles para detectar a los peloteros con etiqueta de exportación para firmarlos, venderlos y su regresan, beneficiarse con los célebres e infames “derechos de retorno”.

 

Siendo un accionar desde hace rato ineficaz e improductivo el de la federación, es que ahora preguntamos: ¿qué hará con los 750 mil dólares obtenidos en el clásico mundial?

 

IDEAS- Lo menos que se nos ocurre es imaginarnos que esta vez habrán de honrar lo que alguna vez prometió lo que Alonso Pérez y que se supone su “entenado” Antonio Mayorga queda obligado a cumplir. Vamos, es lo menos a que se debe al heredar el puesto.

 

Nos imaginamos desarrollando un plan para beneficiar al béisbol infantil de todo el país, de “jalarlo” a su lado, sin pugnas ni enconos sino hacerlo aliado, de verse así aprovechando así el “envión” que este clásico ha provocado. Nada de no enterarlo a caja, de hacerlo sentir como “utilidad de operación” y “viva el beisbol!”

 

Todo esto es imaginarlo, no queremos pensar que el esfuerzo y talento que los jugadores pusieron en el terrenos de juego solamente logró que la fama y la gloria obtenida por ellos alcanzara a cubrir canonjías de la federación. O mejor dicho, de ayudarlos a hacer caravana con sombrero ajeno. “Fuimos, no hicimos nada y ¡nos dan dinero”.

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