PUEDE QUE LA LMB TENGA “OTROS DATOS”

castanos

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

9 de Agosto de 2023- Vaya que la revista “Proceso” tiene buen tino, su equipo de reporteros con la genial Betty Pereyra al frente parece poner el bala donde pone la vista. Ahora causa revuelo y arman ruido al publicar un amplio reportaje acerca de la no tan ética, digamos ilegal, práctica en que han venido incurriendo algunos (no todos) los clubes por falsificar actas de nacimiento de peloteros con tal de nacionalizarlos y derivado de esto, el “cachondeo” que han armado con semejante proceder.

 

Viene a la mente aquel 2017 en que se gestó un mini-cisma en la LMB, el año en el que Tigres, Sultanes y Diablos encabezaron una rebelión gestada en la intención del resto de los otros clubes por saturar al circuito con jugadores de doble nacionalidad, entendiéndose esto como una renuncia al anterior modelo de negocios el cual, supuestamente, tenía como ancla el desarrollo del pelotero mexicano (nativo). Una situación que se hizo caótica, se dieron un “encontronazo” de aquellos en el que se culparon mutuamente, nadie se cuidó de verse en el futuro: “todo estará bien”, decían.

 

A seis años de distancia, parece que la minoría de ese año, los “inconformes”, tuvieron la razón de haberse opuesto así sea que se entendiera que la razón era ser despojados de los privilegios que ostentaron durante largo rato en el modelo del que hicieron uso y abuso. Pero el tiempo les ha dado la razón, aparentemente.

 

ENCARRILADOS- Representado por quienes hace menos una década son considerados “una nueva generación de dueños de clubes”, pareciera que el esquema de negocios trocó a utilizar esquemas que si bien rondan con la legalidad y en el discurso se usa para abogar por la competitividad y el espectáculo, lo cierto es que pareciera que la está dando en la torre a la liga.

 

Lo revelado por “Proceso” nos habla de que la masiva nacionalización de peloteros se ha venido dando en forma desbocada, sin control y en uso no muy claro de los protocolos correspondientes. Esto último, claro, con lo que parece ser el abierto cobijo de las autoridades.

 

Se ubican pequeñas poblaciones de México para ahí, en provecho de las débiles estructuras de las dependencia del Registro Civil, hacen la magia de expedir actas de nacimiento para que se logre “mexicanizar” al pelotero, sea de la nacionalidad que sea y así tener como argumento lo expresado por la Constitución.

 

Alguien descubrió el truco y así estableció los rieles por los que los demás clubes han aprendido a recorrer ese tramo. Ha sido así como la LMB se ha llenado en los últimos años de peloteros no nativos que ostenten la nacionalidad aunque en ello se muestre la apática manera que tiene para atender este punto a la propia liga. El asunto, hecho ya relajo, viene bien a la idea que la opacidad viene bien y para que el que diga lo contrario, puede que la LMB tenga “otros datos”.

 

CRECIMIENTO- En estos tiempos en los que mucho se habla de una presunta expansión de béisbol de verano, al parecer hay cabida para todas las expresiones relativas al tema.

 

Por ejemplo, circula fuerte la versión de que se está cocinando una eventual mudanza de la franquicia de Durango a Ciudad Juárez, plaza hasta hoy muy afianzada en la liga Estatal de Chihuahua. Se comenta que las pláticas entre directivas ha sido tan intensa como constante.

 

Si unimos los puntos, así sea por meras ganas de especular, diríamos que resultaría este un movimiento que sirva para confirmar que efectivamente, existían ganas de expandirse al norteño estado junto con Querétaro, así aparentemente no se cae el discurso.

 

Pero cabe también decir que se sigue en el limbo de no saber a ciencia cierta que viene para la LMB en el 2024 luego de que hay rumores de todo tipo, básicamente de mudanzas y algunas tiradas de arpa que por ahora se niegan. Y si a esto le sumamos que lo de los “cachirules” va a seguir haciendo algo más que ruido y se ponga en riesgo así la elaboración masiva de mexicanos con tretas poco legales puede y que más de un club diga “así no juego”.

 

Sombras, muchas sombras.

Share