RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

28 de Noviembre de 2023- La noticia de que Benjamín Gil será manager de los Charros de Jalisco por el resto de la actual temporada de la liga Mexicana del Pacífico era algo esperado. Fuera o no nombrado manager de los Padres de San Diego, se antojaba de alguna manera lógico que el tijuanense fuera requerido para dirigir en la pelota invernal mexicana.

 

Obvio que no faltaron las cejas al alza luego de que algunos ven con cierto morbo el hecho de que Gil sea visto portando un uniforme distinto al de los Tomateros de Culiacán, franquicia con la cual obtuvo cuatro campeonatos de liga. Morbo para nada justificado si nos atenemos a que esto es un negocio en el que todos sus protagonistas tienen todo el derecho de ir adonde más les convenga.

 

Llega Benjamín a una plaza en donde ya lo conocen luego de su estancia con los extintos Mariachis de 2021 en la LMB con los que por cierto, hizo un muy buen papel. Regresa con un club que no la tiene nada fácil luego de tener una mala primera vuelta de la que salió con el penúltimo lugar y mostrando poco. El primer objetivo entonces será pelear por un boleto para la calificación.

 

Que si de lejos le vemos algo a favor de la firma de Gil con los Charros es que volverá a encontrarse con Ray Padilla, el gerente deportivo, ambos se conocen bien así por “química de trabajo” no habrá problema alguno.

 

ATORNILLAR- Conociendo algo acerca de los “cómos” que aplica Benjamín en su estilo de manejar se puede anticipar se puede anticipar que moverá el line-up de los Charros, que desde temprano empezará a mover piezas para rápido ajustarlo a su estilo de juego.

 

En lo particular, apreciamos que los Charros no traen un equipo “mediano”, que es un roster que puede dar más. Una ventaja que vemos es que Benjamín ha mostrado ser un manager al que los peloteros “le juegan”, que se identifican con su estilo de dirigir y que sabe mantener un buen clima de clubhouse. Al menos por eso se distinguió con los Tomateros.

 

Otro tema será ver qué tanta interacción mantiene con la directiva y el nivel de apoyo que reciba de ésta. Se sabe y se reconoce, que Benjamín no es una perita en dulce y que aparenta que le gusta mucho “irse por la libre” y eso no es todas las oficinas cae bien.

 

El caso es que ya es dirigente de los Charros, veremos qué tal le va.

 

IGNOTAS- Seguimos sin entender de bien a bien cuáles son las razones de fondo para que la LMB se haya aventado el tiro de armar una liga profesional de softbol femenina que al parecer ha nacido no sin sobresaltos.

 

Podemos comprender que los socios fueron convencidos de que esta liga sería como un anexo a su negocio principal que es el béisbol pero no terminamos de digerir en qué sentido les ayudará el nuevo circuito a agrupar al las nuevas generaciones de aficionados, a conjuntar nuevo núcleos de seguidores al deporte rey.

 

Por lo menos nos imaginamos que la serie final del nuevo circuito será nombrada “la serie de la princesa” por aquello de la innovación y el trademark. Nunca se sabe.

 

INVERNALES- Por cierto, hoy arranca la serie final de la liga Invernal Mexicana, circuito impuesto por los socios de la LMB como “de desarrollo” y que será protagonizada por los Diablos Rojos y el triunvirato integrado por Pericos-Algodoneros y Olmecas.

 

Nos parece un buen ejercicio a realizar y que al menos sirve para foguear a los jóvenes de los clubes veraniegos, a quienes poca chance se les ofrece luego de que los espacios se les han cerrado a raíz de la llegada de los peloteros de doble-nacionalidad y nacionalizados.

 

Por cierto, más que obvio, es que la LMB ha denominado a esta serie final “la serie del Príncipe”. Y es que el quebradero de cabeza ha de haber estado grande para encontrar una denominación así.