LA CARTA DIRIGIDA AL “ESTIMADO JAVIER”

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RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

8 de Julio de 2019- Cual si fuera un poco elegante “tiro de gracia”, el organismo hoy conocido como PROBEIS, que entendemos como la oficina Bis de quien funge como presidente de México, sin que fuera invitado se metió al baile y ahora resulta que debemos entender que es quien presume pagó a la orquesta.

 

Que si en la LMB andan mal las cosas, ahora se pusieron peores. Apenas el jueves Javier Salinas y Edgar González aparecían muy contentos, de buenos gestos y muchas migas, anunciando que vestirían de pipa y guante a la selección U-12 que estaban armando junto a la LMP y al fantasmal ente lado FEMEBE.

 

Pero al día siguiente, ¡zaz!, que se rompió la taza. Sonaron los tambores de guerra y se dio a conocer lo que no sabemos si fue carta-comunicado-boletín que emitió PROBEIS y que tuvo como destinatario al “estimado Javier”, si bien poco de estima destiló la misiva.

 

En pocas palabras, la oficina pejesca anuncia “rompimiento” con la LMB, le avisa que no habrá apoyo (no sabemos si había patrocinio) y le noticia de la preocupación de PROBEIS (que entendemos es la preocupación de AMLO) por el reverendo desmadre que se cargan en lo interno, por la forma en que han descuidado sus relaciones con Grandes Ligas, por el trato poco comedido que le han dado a la LMP y en muy entre líneas, la poco respetuosa y hasta grosera manera en que están siendo atendidos los nuevos “aliados” del gobierno que a la sazón, son viejos socios de la LMB.

 

“Éramos muchos y parió la abuela”, dirían los clásicos o bien “¿Y a mí por qué, Edgar”? diría Salinas, quien por ahora se siente más solo que el estadio de Campeche.

 

LITIS- Más que una carta-comunicado o lo que haya sido, lo que percibimos en esta “atenta” correspondencia es un simple acto de autoridad, así sea por las razones que usted guste y mande. La ley nacional del deporte (redactada y modificada por diputados muy del corte “Dalessio” hace años) otorga a la autoridad (gobierno) la potestad de nombrar comisionados para atender al deporte profesional y en esta caso, Edgar González actuó como comisionado del béisbol. (Que lo viene siendo, a ojos del “preciso”).

 

El golpe a la LMB es en la línea de flotación y obliga a una inmediata reagrupación so pena de que lo que sigue sea otro golpe más contundente.

 

Ya no será ver a los grupos enfrentados lanzándose dardos desde los medios (los propios o los empinados que se han acomodado) sino que fuerza a que los hoy socios en disputado vean por sus intereses en común.

 

De nada vale que por un lado se encuentren Benavides y aliados por un lado y los Sultanes (y sus socios multitask) por el otro. Es el gobierno, el no invitado a la fiesta, quien los está urgiendo a que le paren a su relajo.

 

Vamos, ahorita PROBEIS trae tanto envión que es capaz de aclarar el mitote de Justin y Selena. Y para la LMB la opción se volvió más clara: “había de dos sopas, de fideos y jodeos. Se acabó la de fideos así que..”

 

RIPOSTA- Pues hoy lunes, tejiendo fino, Salinas respondió a nombre de la LMB. Se destaca el “estimado Edgar” y los lugares comunes para enmarcar una carta en la que no se dice nada ni responde a nada. Más no se podía decir, que estando muchas cosas en el alambre (su permanencia al frente del circuito, por ejemplo) se complica dar respuesta puntual a lo que se acusa en la carta de PROBEIS.

 

Por cierto, primera vez en mucho tiempo que se disfruta la redacción de algo que sale de la LMB. ¿La habrá redactado algún externo?

 

ESTÉRIL-Lo que resulta vano por ahora es ponerse a analizar si las intenciones de PROBEIS son sanas o no; de si se trata de una especie de vendeta de los González en contra de LMB y de que si existe un presunto “conflicto de intereses”; es una pérdida de tiempo, incluso, alentar la tesis legaloide de que PROBEIS no ha hecho público su organigrama y si se deben o no considerar “servidores públicos”.

 

Saber que es “la oficina de la presidencia” es saber que es la oficina de antojos personales de López Obrador y de ahí en adelante, sopesar si es que a la LMB conviene entrar en conflicto con la autoridad y si es que le conviene no atender (y cuidar) a esa sociedad que se está pudriendo.

 

Por cierto, despedir-correr a Javier Salinas no rescataría nada, no es solución alguna. Será expiación de culpas ajenas, darle satisfacción a caprichos muy personales y alentar que el encono siga vigente. Puede y en la esquina encuentren disponible inyecciones de mesura y sentido común.

 

Para el aún presidente de la LMB basta con que lo vacunen contra el síndrome de la arrogancia y la soberbia.

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