RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
22 de Abril de 2024- De gran relumbrón fue la salida de Trevor Bauer el domingo 21 de Abril en la ciudad de México, en el juego en que su equipo los Diablos Rojos derrotaron a los Bravos de León. El enemigo es lo de menos, la performance de Bauer no lo es: seis entradas sin hit, 14 poches recetados de los cuales 9 fueron consecutivos.
Una demostración de enorme poderío del exligamayoristas a quien atribuyen ganas de interés de que con este tipo de logros pueda ganarse una invitación para que regrese a la Gran Carpa. Sabido es que facultades le sobran, cualidades muy a la vista pero que en apego a la lógica actual que prevalece en GL, tiene muy bajo porcentaje de probabilidades de que sea invitado al regreso.
Y es que tanto los antecedentes como la presunta línea que parece ser marcada en las Mayores, que priva hoy en día, pareciera que aún sean inocentes en lo legal (que ninguna autoridad lo declare culpable) MLB no olvida y mucho menos perdona. Hacerlo sería, por decirlo de alguna manera, una forma de abrir las puertas para que otros “caídos” retornen bajo la fórmula de pedir perdón y entonces surja el “ábrete Sésamo” para que lo reciban con alfombra roja.
Uno pudiera pensar que lo de las cinco salidas programadas para Bauer este año con los Diablos no serán suficientes para su intentona por querer regresar a la Gran Carpa, capaz y no falten quienes digan “por cómo se está viendo, lo merece” pero lo cierto es que el retén que enfrenta no toma en cuenta las formas, todo se basa en el fondo.
Y este escenario parece ser el espejo en que deba verse Julio Urías.
NUEVE- Apenas van nueve juegos por equipos que han transcurrido, aún temprano para sacar eventuales conclusiones pero sí para advertir algunas tendencias. Esto refiriéndonos a la L(a)MB.
Por ejemplo, se mencionaban los buenos augurios por cuanto a que ésta podría ser la temporada en que el pitcher se vestiría de nuevo de gala, que los marcadores pasarían la ´prueba del ácido revelando así, se decía, que la expansión traería consigo el equilibrio de fuerzas.
Pudiera ser que sí y que lo sucedido el viernes anterior fue apenas un “tropezón”, repasemos: Diablos 12-4 a Bravos, Leones 12-0 a Piratas, Sultanes 14-5 a Saraperos, Tecolotes 15-4 a Charros, Guerreros ¡20! a 2 a Tigres. No, no parece haber sido un viernes ideal para el espectáculo.
Y de la mano con el tema, lo de las asistencias registradas que en algunos casos no son para echar las campanas al vuelo, como lo está siendo en la ciudad de México, por ejemplo.
Tendrá que dejarse pasar un mes de competencia para sacar unos primeros apuntes y cerciorarse de si son más de 7 u 8 las ciudades en donde el poder de atracción no repunta y si es que para ello las posiciones en el standing influyen.
EVOCANDO- Hace ya algunos años, estábamos evocando, llegamos a conocer a un joven outfielder mexicano de nombre Heriberto Álvarez, entonces enrolado con los Tomateros de Culiacán. Nos decía que se sabía que su objetivo ese año era jugar el mayor número de juegos que se pudiera debido a que sabía que ser titular con ese equipo estaba muy difícil. (Los OF titulares eran Orsino Hill, Ray Torres y Wayne Kirby).
Pero Álvarez no bajaba la guardia y se hacía presente cuando lo necesitaran, sabía que estar en la banca era una posición más. De eso se trataba.
En alguna ocasión, en Hermosillo, Hill tuvo que ser retirado del campo a causa de una lesión y el manager Marco Antonio Vazquez le gritó: “Heriberto, entras tú”, este fue tomado fuera de guardia pero no tardó mucho en ingresar al campo, al prado derecho. Fue tanto su apuro que al llegar a la posición oyó que Ray Torres le gritaba: “oye, loco, ¿y tu otro spíke”? Álvarez había ingresado calzando solamente un zapato.
Eran tiempos en que los peloteros mexicanos aún sin jugar, jugaban esperaban su turno sabiendo que tarde que temprano los pondrían a jugar. Hoy, al menos en verano, son tiempos de que quedan a la espera de que siquiera los contraten, hasta en la banca sobran extranjeros.