LOS INVENTOS DE ROB “SHELDON” MANFRED

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RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

24 de Abril de 2024- Vale la pena invocar a una serie gringa de televisión muy popular “The Big Bang Theory” , que pudo disfrutarse desde 2007 hasta el 2019, muy divertida por cierto. Entre sus principales personajes estaba Sheldon Cooper quien era un científico algo irritable y que entre sus ocurrencias estaba el inventar cosas algo disparatadas. Lo del ajedrez tridimensional” era algo parecido a una aberración.

 

Y lo traemos a valor presente ahora que al calor del anuncio hecho por él mismo que en 2029 dejará en definitiva el cargo de Comisionado, Rob Manfred es protagonista de lo que no sabemos si es un meme o la mera verdad, relativo a su supuesta declaración que intención de que en 2027 tratará de insertar una nueva modalidad al juego de pelota: colocar un shortstop entre primera y segunda bases.

 

Vamos, que si el haber declarado que buscaría apoyar la expansión a 32 equipos se recibió con cierto recelo esta supuesta ocurrencia se recibe con casi la señal de desaprobación con la que sus compañeros expresaban a las de Sheldon.

 

Queremos pensar que en verdad Manfred tiene como consigna ser recordado como el tipo que “cambió” el juego, que asumió como tarea el darle la vuelta a lo establecido y que no tuvo empacho de casi reinventar este deporte. Ajedrez multidimensional, se diría.

 

Las implicaciones de esta supuesta modificación serían de gran calado, desde el aumentar el número de jugadores de posición, el aumento a los rosters originales, técnicas de bateo, etc. etc. Nosotros lo vemos como colocar de cabeza al béisbol y todo porque las ideas de Manfred pretenden pasar a la historia como “originales”.

 

Y quedan cinco años aún de gestión….

 

SIMIL- Seguramente usted se enteró de que en días pasados, en juego celebrado en Nueva York entre Atléticos y Yankees, el manager local Aaron Boone fue expulsado por el umpire de home, Hunter Wendelstedt, por supuestos gritos que la televisión mostró no fueron proferidos por Boone sino por un fanático.

 

Wendelstedt escuchó los gritos (que seguramente no eran del todo agradables), volteó hacia el dogout de los Yankees y quiso suponer que el responsable fue el manager. No dudó entonces en botarlo.

 

La memoria se traslada hacia 1971, al estadio de los Algodoneros de Guasave quienes se enfrentaban en juego de serie final contra los Tomateros de Culiacán. Instalado en un palco detrás de home se ubicó don Marcos Ley, hermano del presidente de los guindas don Juan Manuel Ley, acompañado por el que se premunía era el encargado de la oficina, el célebre “Cubano” Camacho.

 

Sentenciando el juego estaba como principal estaba José “Pepe” Torres quien era acompañado por “Manopas” Alcantar y creemos recordar que por Claudio Solano.

 

A la mitad del encuentro, Torres escuchó gritos que parecían reclamar constantemente sus conteos de bolas y strikes, mismos que eran exclamados por don Marcos Ley. Tanto fue la contrariedad del hombre de azul que entre innings se acercó al palco con la intención de expulsar del estadio al “gritón” y al ver quien era el susodicho, nada menos que el hermano del dueño de los Tomateros, mejor cambió su mirada, le echó el ojo al “Cubano” y le espetó el “tú estás fuera”. Ni pío dijo Camacho, se tuvo que sacrificar por la causa.

 

LEGADO- Dentro de los muchos mitos que se han escrito en el béisbol de verano en México sobrevive aún el que a los Tigres, ahora de Quintana Roo, le adjudiquen tintes de grandeza por los supuestos años en que brillaran cunado se alojaban en el entonces Distrito Federal hoy conocida como Ciudad de México.

 

El mito fuerza a identificar los años en que los Tigres eran propiedad de Alejo Peral, a quien con los años no le han podido quitar el aura que se le inventó y que incluso algunos lo convierten en elegía para llamarlo “salvador del béisbol mexicano”. Tal no quieran decirle sepulturero, anyway.

 

Y muchos años después, hoy el club propiedad de Fernando Valenzuela (ese sí fue “salvador”) no hay espacio para la dichosa grandeza, arrastra el mote de la franquicia y pareciera que no hay salvación a la vista. Sotanero de la zona sur y basta un número para establecer su mal paso: su diferencial de carreras tras 10 juegos celebrados es de menos 32: han anotado 41 veces pero les han anotado en 73 ocasiones.

 

Y desde donde ande, Peralta camina pateando el bote.

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