URÍAS, POR LA PUERTA DE ATRÁS

 

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RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

3 de Mayo de 2024- Queremos creer que los abogados de Julio Urías lograron convencerlo de aplicar lo que ellos creyeron era la mejor estrategia:, no refutar nada, aceptar tácitamente todo, apoquinar algo de lana y renunciar en pleno a ya no regresar a las Grandes Ligas. Todo a cambio, suponemos, de no caer en la cárcel.

 

Sin terminar del todo aún el caso, puede decirse que lo que sigue es sabido ya de antemano, la ley ya dictaminó y queda pendiente la decisión de Grandes Ligas y esta mucho dudamos que sea diferente, Para la justicia, Urías tendrá que cumplir 36 meses de libertad condicional (tres años) no vigilada, así como 30 días de labores comunitarias.

 

Además, tendrá que completar un curso de terapia de violencia doméstica de 52 semanas (un año), pagar una cuota al fondo de violencia doméstica, no poseer armas y no usar fuerza o violencia, restituir de forma financiera a la víctima y cumplir la orden de protección en su contra.

 

La pena no parece exagerada y hasta se puede afirmar que resulta “justa”. Falta aún que las Grandes Ligas dicten su sentencia que bien puede ser solamente reafirmatoria de que queda fuera del elenco o bien, deje pasar el tiempo, guarde silencio como apostando al olvido.

 

Cae lastimosamente el telón.

 

VERANO- Estando pendiente la sentencia de Urías, no faltaron los que llegaron a suponer que resuelto el caso y quedando fuera de las Mayores por su pecado, una de las opciones sería que el pelotero regresara a México  y ¡listo! a uniformarse con la franela de los Diablos Rojos, club que vendió su contrato a los Dodgers. Que conste que dijimos “vendió su contrato”, no que lo haya formado ni desarrollado.

 

Ya conocida la sentencia, rápido los medios alcanzaron al presidente de la L(a)MB Horacio de la Vega para preguntarle sobre la posibilidad de juegue en el verano. Digamos que De la Vega intentó “torear” la pregunta, de no ser contundente pero ante la realidad lo más que pudo hacer fue establecer un margen de duda de dicha posibilidad al declarar que ellos se apegarían a lo que dicte MLB.

 

Lástima que la realidad imponga un “”pero”; resulta que aún y se haya animado a deslizar la probable idea de que la LMB no aceptaría el regreso de Urías, los antecedente (remotos e inmediatos( es que la liga ha sido permisiva a este tipo de casos y peloteros), Trevor Bauer es el mejor ejemplo.

 

Además, y a manera de apostilla, hay que indicar que la eventual decisión no pasaría por las manos del titular de la LMB sino que esta provendría de los dueños de clubes, quienes prácticamente impondrían la medida. Y como que ya sabemos que siendo Diablos el club que pudiera estar interesado una respuesta negativa se ve mucho muy lejana.

 

Nos llega de inmediato el pensamiento de la doble moral, así nada más.

 

MEDIDAS- Pues más tardó Sheldon Manfred en dictar la medida contra las broncas en los juegos de las Mayores cuando los demonios se soltaron en un choque Rays-Cerveceros.

 

Las imágenes muestran que ni quien se acordara de tal medida, que a quienes estaban en dogout y banca les pasó de noche acordarse de lo recién dictado por Manfred en una más de sus ocurrencias e ideas por lograr un “nuevo deporte”. No, no estamos a favor de las broncas pero las entendemos como parte de las tradiciones que han permanecido por décadas en el béisbol.

 

La adrenalina es parte misma del pelotero a la hora de entrar en acción, vive en el durante nueve o más entradas y suele ser sustancia que ayuda a darle drama a los encuentros. Seguramente Manfred es pacifista o es monje budista.

 

En lugar de andar de fijado en cosas como esas debería poner atención a asuntos como el nivel de umpireo, empezando por el desastre de nombre Angel Hernandez, cuyo nivel de aptitud no pasa ni de cerca la prueba del ácido.

 

Cuando lo anuncian detrás del plato los jugadores mejor se santiguan, saben que van a sufrir.

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