JUEGOS DE ESTRELLAS: LA RANCIA TRADICIÓN

ESTRELLAS LMB

 

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

16 de Mayo de 2024- Nadie que nos pueda decir inconsistentes: desde que nació este espacio hace más de 36 años, nos hemos sostenido reacios a aceptar los Juegos de Estrellas como un evento espectacular, si acaso reconociendo que durante años, en Grandes Ligas era un show digno de presenciar. Épocas cuando el pelotero no solo participaba sino que competía.

 

Grandes y muy buenos momentos de esos entonces, se pueden rescatar muchos (la barrida de Pete Rose en home, fracturando al cátcher Ray Fosse; Reggie Jackson sacándola del estadio en Detroit; los ponches consecutivos de Fernando Valenzuela, etc. etc). Momentos que se quedaron para el recuerdo.

 

Ahora las cosas pintan diferentes, mucho en razón de que el béisbol ha sufrido demasiados “ajustes” (dicho en la jerga de este deporte), las condiciones bajo las cuales participan los peloteros (antes se peleaban por los bonos que les daban, hoy hasta los repelen), los realmente estelares declinan la invitación e incluiríamos el que ahora los elegido a intervenir son llamados más popularidad que en racionales de calidad.

 

Total, para nosotros abundan las razones para no ser fieles a este tipo de juegos.

 

TROPICALIZACIÓN- Para no quedarse atrás, el béisbol mexicano adoptó desde hace décadas esta modalidad, presentándose tanto en verano como en invierno. Afortunadamente, en la liga Mexicana del Pacífico tuvieron el buen tino de borrarlo del mapa desde hace años.

 

Pero en la L(a)MB lo han sostenido y lo defiende a sangre y fuego, desde hace mucho que se lleva a cabo todos los años incluso bajo diferentes modalidades: que si mexicanos contra extranjeros, que si contra ligas de doble A de USA, que si selecciones de las diferentes zonas que integran el circuito… no han faltado las manera de presentar esto que representa, a nuestro juicio, una de las más rancias tradiciones de la pelota veraniega.

 

Será este sábado 25 de Mayo que se lleve a cabo en Veracruz la edición ´24 y ya se han dado a conocer los rosters de las selecciones tanto de la Zona Norte como de la Zona Sur, planteles que por obviedad quedaron armados en base a peloteros extranjeros y de doble nacionalidad. De los peloteros nativos, que pocos en realidad están participando, apenas un puñado fueron convocados a integrar los rosters que estarán manejados por Sergio Omar Gastelum (Sur) y José Molina (Norte).

 

Y en el lejano recuerdo, aquellos años en que la liga acarreaba a la sede el juego de Estrellas a caravanas de periodistas a los que aprovechaban para regalarles su “chayo”, que aprovecharan el “goyete” y se creyeran que todo era con el afán de agradar a los medios.

 

Tiempos aquellos.

 

INTERMEZZO- Y mientras llega la fecha, se esparce a raudales la caracterización de la L(a)MB de este año, la competitividad que llena el discurso. Resultados del miércoles 15 de Mayo: Leones 11-1 a Tigres, Dorados 11-1 a Laguna, ieleros 11-4 a Charros y como punto alto de las emociones, el 22-8 de Conspiradores a los Bravos y el trepidante 16-11 de Olmecas a Piratas.

 

Así se van redactando las cosas en la quinta liga más fuerte a nivel planeta.

 

¿LEGADO?- Nos queda claro que sostener la presunta tradición de realizar un Juego de Estrellas tiene motivaciones mayormente económicas antes siquiera que propagandísticas. Adjudicar su intención a “en favor del público” nos parece un argumento pobre.

 

Lo cierto es que la plaza sede sí recibe beneficios aún y que está obligada a meterle gasto. Pero, ¿centrar su atractivo en que podrá ver a lo mejor del elenco actuante? ¿Será este un motivo suficiente como para llenar el estadio y provocar una pasión desbordada?

 

Para la L(a)MB la intención sería seguir mostrando su producto, enaltecerlo y hacer que los medios lo masifiquen. Sin con este propósito la liga se lleva una frugal ganancia, que las cadenas de TV y radio paguen un extra ante todo, bien haya que siga la idea. Caso contrario, cárguese el gasto a mera propaganda y esperar que al final, la fanaticada se quede con algo para el recuerdo, aunque todo resulte meramente anecdótico.

 

A los periodistas, una gorra aunque sea, ¿no?

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