RINCON BEISBOLERO
Por José Carlos Campos
16 de Julio de 2019- Se filtró muy bien, que la exclusiva era “bomba”, que la LMP encontró pronto un postor para el club Algodoneros de Guasave. Hay nuevo dueño de la franquicia sinaloense y este es nada menos que Alfredo Arámburo, conocido por ser hasta hoy el dueño no reconocido ni aceptado de los Generales de Durango en la LMB.
Buena transacción la que se cocinó con alguien de los pocos que quiere invertir en el beisbol profesional mexicano y por eso menos se entiende que la LMB le haya cerrado las puertas, algo que apenas se entiende conociendo los antecedentes que hay de fondo en esta trama.
De entrada, decir que es buena noticia saber que el club tendrá dueño y no será administrado por la LMP. La franquicia pasa a ser propiedad de alguien que pasó los filtros y que con su llegada, fortalece esperanzas de que haya pertinencia a la expansión impuesta desde la cúpula de la 4D.
Segundo, que la LMP haya logrado captar, ya lo decíamos, a uno de esos pocos empresarios a los que no solamente les gusta el béisbol sino que quieran invertir en él. Arámburo le ha estado metiendo lana a Durango aun y que la LMB no lo ha reconocido como dueño por obra y gracias de quienes no lo quieren de socio, tal vez por supuestos agravios de cuando hubo relación de confianza en tierras mazatlecas.
Curioso el caso de un club cuyo presidente pagó la membresía, las cuotas de rigor y le negaron voz y voto, Ni le dieron la bienvenida pero eso sí, la darán la despedida.
Y tercero, que una de las condiciones del acuerdo fue que por lo pronto sostendrá al equipo que conduce hasta ahora a los Algodoneros (Sandoval, Low, Navarret) con lo que hay certeza de que no es un bandazo de última hora. Tiempo corre.
EFECTOS- No se dude que haciéndose oficial lo del nuevo dueño de Algodoneros, desde lugares tan predecibles como Mérida (agazapándose en la ciudad de México) surjan algunos sicarios del teclado que busquen lanzar dardos a la noticia. Nada nuevo bajo el sol.
Se habrán de entretener si bien pierdan de vista que se abre un nuevo hueco en la LMB ya que se pone en riesgo a la plaza de Durango. Cosas de sumar y restar.
Y al mismo tiempo, en el verano podría empezar el constante peregrinar en la búsqueda de nuevos empresarios para nuevas plazas. Han de extrañar cuando las mudanzas eran un rico filón de oro para algunos directivos (saludos a la familia Perez Avella) y a la presidencia de la LMB (Treto Cisneros siempre presente).
Tal vez en 2020 no solamente sea Durango la plaza que deje el béisbol de verano sino que la caravana se haga más concurrida.
Y así se rebote, se frustra nuevamente el “sueño” de quienes terquean en arribar a la LMP, más alejado hoy más que nunca y que al parecer no se les cumplirá eso de ser profetas en su tierra.
JÚBILO- Cuentan las buenas lenguas que hay fiesta en cierto sector “amarillo” de la prensa especializada de la región luego del anuncio de que Arámburo llega a los Algodoneros. Y no por otra cosa que no sea el hecho de que la adquisición de la franquicia significa que ya no será la liga quien administre al club y en consecuencia, podrían quitarse los candados para que suelten los “apoyos” con sabor a chayote.
Con la LMp al frente de las finanzas, los “artesanos chayoteriles” se restringen para no pedir para gasolina o pago de casetas pero ya con “el amigo Alfredo” al mando puede que hasta salga para la posada navideña y los presentes de última hora. Los monaguillos que le meten mano al cepo cuando el cura no está.
Claro que sin facturar porque eso de hacer imagen no requiere formalismos. “Yo te rasco la espalda, tu rascas la mía”.