RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

4 de Junio de 2024- Es ya común que en Grandes Ligas, todos los años, surjan de improviso todo tipo de incidentes que pronto se hacen escándalos, así ha sido desde hace años. El denominador común es que sean los peloterpos los protagonistas, lista a la que se añaden ahora directivos, agentes, buscadores y hasta intérpretes. De todo hay en la viña del Señor.

 

Recién se acaba de dar a conocer que Grandes Ligas ha suspendido de por vida al pelotero venezolano Tucupita Marcano, de 24 años, quien fue descubierto apostando a los juegos de su equipo, Piratas de Pittsburgh, en el 2023. Lo hizo estando en ese tiempo fuera del roster, en la lista de lesionados. Es imposible no traer a valor presente la acusación a Pete Rose y su castigo que parece será eterno.

 

MLB sigue investigando y queda pendiente de sancionar a otros cuatro jugadores de ligas Menores, sobre quienes pesa la acusación de haber apostado y así violar la ahora famosa regla 21 de la propia MLB que establece que un pelotero que apuesta en juegos que involucran a su propio equipo está sujeto a una suspensión de por vida. O sea que sobre aviso no hay engaño.

 

El tema es delicado y por más grave sea que sea esto y que provoque grandes olas prevalecerá el silencio, como si se tratara de que la ropa sucia se lava en casa. Todavía está pendiente el caso de Ippei Mizuhara, el intérprete de Shohei Ohtani, quien apenas en Mayo se declaró culpable de delitos federales tras admitir que había robado dinero de Ohtani para pagar deudas de juego, dejando trazada una ligera sombra de duda acerca de la honorabilidad del pelotero estrella de los Dodgers.

 

DUDAS- Y todo sea por tratar de aclarar, bueno sería que en el béisbol mexicano se despejaran los cuestionamientos sobre el tema, más ahora que una famosa casa apuestas mexicana es dueña de una franquicia de la LMB. O sea, no es por nada, nomás “por si las moscas”.

 

No se acusa de nada ni a nadie, solo es una pregunta al aire, en concreto ¿tiene la LMB protocolos concretos que tiendan a desalentar o prohibir la tentación de apostar a los peloteros en juegos de su propia liga?

 

No vaya a ser, nos queda la inquietud, de que a lo mejor pudiera ser un asunto de mera simulación, al estilo del “antidoping” que se haber sido aparentemente algo manejado con toda seriedad devino en mera práctica recaudatoria, en trámite algo caso (cinco mil dólares) pero que pagándose de inmediato no hay sanción ni repercusiones.

 

Total, decimos que castigamos el doping, nada más lo enunciamos y no procedemos. AL final, el dinero en la caja es lo que cuenta.

 

HITO- Fue un domingo 2 de Junio para votar, quedarse en casa y sacarle la vuelta al calor, digamos que muy apto para sentarse frente a la televisión, quejarse de la ley seca y ver deportes. Por la tarde no había más así que el “zapping” nos llevó a la transmisión de un juego de la LMB, Tigres contra Charros desde Guadalajara, duelo que no se antojaba interesante dada la situación de ambos equipos en la tabla de posiciones. Y ¡ándale!, que nos tocó presenciar un hito de esos que creemos son de una vez en la vida.

 

Habían sido siete entradas entretenidas, mostrando un 1 por 0 a favor de los Charros hasta que en la octava estallaron los cuetes: abrió José Guadalupe Chávez con sencillo y ahí se desgranaron los estallidos: jonrón de Luis Sardiñas en  cuensta de 1 y 1; enseguida jonrón de Vimael Machín también en 1 y 1, le siguió jonrón de Anthony Giansanti en 3 y 2 y Grag Bird siguió con otro cuadrangular, también en 3 y 2. Estos cuatro palos fueron ante Raúl Barrón, quien fue relevado por Juan Cossío a quien Oswaldo Arcia saludó con el quinto jonrón consecutivo del inning en cuenta de 1 y 2. ¡Y todo sin haber out en la pizarra!

 

Decidimos mejor caer el telón sobre lo que veíamos, dejamos el resto a los 3424 aficionados asistentes al estadio. Los Tigres están pa´l perro.