PLAYOFFS L(a)MB: ENTRE LO PERMITIDO Y LO ÉTICO

JUDGE SOTO

RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

23 de Agosto de 2024- Digamos que las finales de zona de la liga (antes) Mexicana de Beisbol se armaron de manera casi lógica, resultando, hay que decirlo, sorpresivo que los Guerreros de Oaxaca se aparezcan como los rivales de los superfavoritos Diablos Rojos del México en la contienda por la zona Sur mientras que en la zona Norte hubo mucho más lógica al queda como contendiente los Tecolotes de Dos Laredos y los Sultanes de Monterrey.

 

Por más que se diga que en los antecedentes de postemporada los Guerreros tiene ventaja, no hay forma de mencionar como favoritos a los Diablos y ni cómo hacerle. Este año en la zona Sur no ha habido más contendiente que los rojos, Duelo a ganar cuatro de siete juegos que levanta como siempre el morbo por tratarse de equipos “hermanos”.

 

Es en la zona norteña donde se aprecia más igualdad de fuerzas, un choque entre dos equipos que han enfrentado la competencia este año con fuerzas diferentes ya que mientras los Tecolotes están plagados de peloteros no nativos, acogiéndose a lo determinando por la liga, los Regios han sido más modestos en este permisividad y en su roster presumen mayor material nacional.

 

Dos equipos que han tenido buena temporada, de alguna manera más regulares que otros en una serie que pensamos se irá lejos, dándole cierta ligera ventaja a los Tecolotes por su pitcheo, más que nada, Un factor que no es cosa menor en series cortas.

 

CARNALES- No es un tema nuevo pero sí es un tema inacabado: muy de acuerdo que la multipropiedad ha sido históricamente aceptada y tolerada en la pelota veraniega, que se haya normalizado su vigencia y por lo tanto, nadie de espante de que dos equipos propiedad del mismo dueño jueguen en la misma liga y de remate, se vean las caras en unos playoffs.

 

Está permitido, de acuerdo, pero no coincidimos en que sea ético.

 

Que se sepa, en ninguna parte del mundo deportivo se aceptan este tipo de casos, que si nos vamos a las ligas más importantes del mundo, queda estrictamente prohibido y razones hay de sobra.

 

Nadie que dude que el asunto sea manejado con toda seriedad, que quede muy alejada la situación de dudas o sospechas de malos actuares. Nosotros, al menos, no ponemos en tela de duda que el tema del choque entre dos clubes que integran la multipropiedad sea manejado con toda propiedad y honestidad.

 

Pero ¿qué necesidad hay de poner en escaparate el asunto? ¿Por qué y para qué someter al escrutinio público algo que parece no tener sentido?

 

Esto nos remonta a comienzos de los años 50, cuando desapareció Jorge Pasquel del panorama de la liga al anunciar su retiro, de renunciar a prácticamente ser el Santo Patrón, Mecenas y Totem del circuito. Pasquel mandó reunir a todos los jugadores, de todos los equipos y les anunció que se iba: total, él pagaba a todos, él era el dueño de todos los equipos.

 

La historia nos dice que en esos años eso era permitido pero la historia nos dice que no era ético.

 

Pareciera que la L(a)MB no supiera existir sin un mecenas al frente.

 

DUPLA- No hay forma de evadir calificar de sensacional el dueto ofensivo que aparece con los Yankees de Nueva York en la figura de Aaron Judge y Juan Soto, que algunos han llevado al extremo de compararlos con la dupla que formaron hace muchos años Babe Ruth y :Lou Gherig.

 

Nosotros no atreveríamos a tanto pero sí a resaltar lo que este año están haciendo Judge y Soto, visto esto a través de los números: el primero bateando para .334, con 48 jonrones, 118 producidas y con 101 anotadas mientras que el dominicano batea para .299 con 36 cuadrangulares, 93 remolcadas y 107 anotadas. Sume usted lo que entre ambos aportan y resultan cifras casi de escándalo.

 

Los Yankees están liderando la división Este de la Americana con marca de 75 ganados a cambio de 53 derrotas con un diferencial de más 125 carreras, indicadores que revelan la contundencia de su ofensiva que sin embargo no lo es todo: su pitcheo es el séptimo mejor, algunas carencias que se presenta como razón para no poder llamarlo un equipo “trabuco”.

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