RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
20 de Septiembre de 2024- Se cumplieron las expectativas y el japonés Shohei Ohtani pudo encontrarse con la historia y ¡vaya manera de lograrlo! El bateador designado de los Dodgers recién cinceló su histórica campaña en la cual se convierte en el primer jugador en la historia capaz de conectar 50 jonrones y robase 50 bases, una temporada para grabar en letras muy brillantes.
Habrá quienes quiera demeritar lo logrado por el pelotero oriental pero no vemos cómo, no se advierten resquicios en una proeza sin igual y que denota lo que circula mucho en redes sociales: Ohtani es un fuera de serie, como si no fuera de este mundo.
Mire usted que combinar fuerza con velocidad, algo que se antoja muy complicado observar. Lo hizo en un juego que tuvo lo suyo: triunfo de 20 por 4 de su equipo sobre los opacos Marlins de Miami en el cual Ohtani se fue de 6-6, conectando 3 jonrones, dos dobletes y un sencillo que sirvieron para que terminara con un total de 10 carreras producidas. Una actuación clase Premier que sirvió para que le pusiera la careza en el pastel al implantar un hito que vemos harto complicado en ser siquiera igualado y tal vez no lo sea por mucho, mucho tiempo.
Logros de esos de una vez en la vida.
CONTRERAS- La campaña que ha cincelado el pelotero japonés ya tenía todos los visos para ser premiada con el trofeo de MVP en la liga Nacional y ahora será cuestión de tiempo no para esperar que se lo concedan, que eso es seguro, sino de ver qué votante buscará sus 5 minutos de fama atreviéndose a negarlo.
Y es que nunca falta alguien así, ya se ha visto en el pasado.
Que si se trata de revisar los méritos creemos que ninguno le falta a Ohtani, cuestión de repasar las estadísticas (las generales, las que sirven y los inventos soberbiométricos) para darse cuenta que reúnes todas las características para llevarse fácilmente el trofeo.
Pero si bien se esperaría unanimidad, la mula no era arizca y ya sabremos quién será el que orine fuera de la parcela y trate de reclamar su efímera notoriedad no dando su voto para el nipón. Y es que nunca falta alguien así.
HABLANDO DE- Se realizó en Monterrey la asamblea que sirvió para contar los votos para elegir a los integrantes de las planillas para ingresar al Salón de la Fama mexicano, eventos que desde hace tiempo dan de qué hablar por lo que parece ser la pérdida de memoria histórica del conspicuo cuerpo de electores.
Este año lo natural fue le dieran la nominación a Pancho Campos, el tal vez último grande del pitcheo nacional y que creemos logrará su nicho en su primer año como candidato. Si la descripción de un inmortal es que es un pelotero que haya sido un fuera de serie, Campos lo cumple a cabalidad.
En donde la puerca tuerce el rabo es a la hora de que se nominara a Pedro Meré como el otro candidato, nominación que hace ruido porque en honor a la verdad, a Meré no se le alcanzan a ver, así muy de cerca, cualidades como para recibir la distinción.
Campos y Meré completan una planilla en que se apunta a varios expeloteros que la hicieron bien y que tienen méritos para ser exaltados, gente como Oscar Robles, Luis Alfonso García, Pablo Ortega, Mike Paul, Juan Carlos Canizalez o Germán Jimenez. Des reto solo diremos que suenen bien como acompañantes de planilla.
Y es que siendo honestos, vemos que hacia el futuro el Salón tendrá problemas para proponer candidatos, se extinguen lo que tienen reales méritos y se está acudiendo al expediente de convocar al voto por aquellos que sean conocidos, que no reconocidos.
Ya no aparecen en cartelera los lanzadores dominantes o los bateadores apabullantes y más rudo se pondrás si es que estamos en tiempos en el pelotero mexicano pareciera una especie en extinción, que de ello dio pruebas este año la L(a)MB.
Eso tal vez sea para hacer más entendible la (i)lógica de los votantes.