RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

23 de Agosto de 2019- En los juegos de poder, versión “Trump dice”, Rob Manfred y la maquinaria de Grandes Ligas que comanda, no tuvieron más remedio que ajustarse al protocolo. Revivieron la versión sesentera del veto económico a Cuba y lo actualizaron al veto para Venezuela del infumable Nicolás Maduro y así se dictó la medida: cero jugadores bajo contrato con MLB al país del Arauco vibrador.

 

Golpe letal para el béisbol criollo que en lo económico representa un fuerte impacto pero que se notará más en la parte socio-deportiva. Queda fuera del contexto especular si el actual dictador de Venezuela decide imitar a Fidel Castro creando una liga “estatizada” o simplemente tendrá que apechugar con el mazazo.

 

En la parte eminentemente social, se sabrá de más familias que habrán de emigrar a otros lares en busca de que niños y jóvenes mantengan el sueño y que sea fuera de su nación en donde encuentren rutas para cumplir el sueño ligamayorista. La imagen y logros de Ronald Acuña no pueden quedar en el limbo.

 

Se sabrá más tarde cómo es que Grandes Ligas asumirá lo de las contrataciones de peloteros venezolanos, si es que v eremos la reedición de lo que pasó con los cubanos años atrás y si es que hay algo de misericordia trumpiana para no cerrar definitivamente el mercado bolivariano.

 

Por lo pronto, dar por bueno eso de que palo dado, ni Dios (ni Chavez) lo quitan.

 

IMPACTO- Queda para Perogrullo lo obvio de que al cerrarse las puertas para que pelotero bajo contrato MLB (Mayores y Menores) juegue en Venezuela,  el  circuito invernal del invierno en el país de Bolivar queda en grave riesgo, no solamente su temporada 2019-2020 sino su permanencia misma.

 

La opción última es que se lleve a cabo con solamente jugadores nativos, que en verano cascarean por aquí y por allá, destacando (es un decir) los que actúan en México en la LMB.

 

También para Perogrullo decir que los jugadores extranjeros que se supondría jugarían allá est6e año, serán reasignados a las ligas de Dominicana y México, quedando Puerto Rico en calidad de “tercer país seguro”.

 

Ya de rebote, el coletazo pensando en la Serie del Caribe y su actual y futuro derrotero, sirviendo la noticia para especular desde ahora si es que Panamá o Colombia podrán reemplazar a una liga hoy en la línea del riesgo de cancelación.

 

De ese tamaño es el efecto de una medida política y económica, tal vez más lo primero que lo segundo, y la cual afecta a una actividad que no le queda más que esperar ser víctima del síndrome de Estocolmo.

 

EMOCIONES- Se discurre hacia el final del rol regular de la LMB en su vacilante temporada 2019, apegada en lo institucional al slogan de ser “la liga de sus (particulares) emociones” pero con muy pocas y focalizadas aristas con las cuales realmente emocionarse.

 

Van a calificar a playoffs los equipos que desde Febrero se supuso iban a calificar, por no decir que los mismos que desde hace años lo logran. Y ergo, quedarán fuera los equipos que se dijo que no lo harían desde ese mismo lapso. Cero sorpresas o revelaciones: la competitividad no da para más.

 

Si acaso, alcemos las cejas por la mala racha de los Pericos de Puebla que los pone fuera de postemporada. Abreviando la disculpa: para efectos prácticos, la escuadra verde llegó desmantelada a la campaña y en ese tenor, era complicado proyectarlos hacia donde muy posible no llegarán. Y curioso: con Carlos Gastelum de manager, a los Pericos se les fue la “chispa”.

 

Ahí para la otra.

 

Lo grave del asunto es que si usted hace ejercicio desde ahora pensando en 2020, las conclusiones serán las mismas, los vaticinios no cambiarán. Ojalá así fuera de predecible el Melate.

 

AUTOR- Lo que parece se pondrá de moda, más que las aburridas homilías diarias de YSQ, es el preguntar quién es la mente maestra que ha ordenada al sicariato del periodismo beisbolero que inunde a las audiencias con la hoy peregrina idea de que los Tigres de Quintana Roo regresan a la ciudad de México.

 

¿A quién le sirve la idea, quién (o quiene$) son los más interesados de que se crea, primero, que la versión tiene todos los visos de verdad y que, luego, esto se haga realidad?

 

¿Acaso es el “comisionado” Fernando Valenzuela el autor del rumor de moda, teniendo tras bambalinas una propuesta de compra del club que hoy preside?

 

Dejemos de lado detalles como el que si en qué estadio jugarían eventualmente los Tigres (“si como no, aquí está el Alfredo Harp a sus órdenes”), mejor que se ponga a trabajar la recién creada comisión que (supuestamente) regulará las relaciones entre los “socios” (aka adversarios). No vaya a ser que después de una supuesta tregua, el “fuego amigo” se esté recrudeciendo.