FUE EN EL OTOÑO DE 2019

Mex Tokio

 

RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

20 de Noviembre de 2019- La historia deberá ser redactada no en base al redactor sino a los hechos: en Noviembre de 2019, la selección mexicana de béisbol logró su pase a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 venciendo hasta en dos ocasiones a la selección de Estados Unidos.

 

El hito podrá ser recordado tal vez de la misma manera en que, muchos años atrás, en 1943, México derrotó a Cuba en una Serie Mundial Amateur, aquel 3-2 en 14 entradas relatada en “La Afición” y que Tomás Morales “chacaleó” durante tanto tiempo sin haberla escrito.

 

Gran logro, gran labor de equipo, excelente demostraciones de aporte individual de un roster en el cual no encontrará usted nombre de alto relieve, con excepción tal vez del manager Juan Gabriel Castro. Un equipo que hizo honor precisamente a eso, a las tareas de conjunto y en donde la virtud se quiere hacer defecto.

 

Esto es, la presencia de no pocos mexico-americanos, paisanos nacidos en otros lares que así con todo, se la partieron en serio portando el uniforme nacional.

 

La historia también habrá de consignar que por primera vez desde hace años, un representativo nacional pudo armarse estando de por medio la colaboración de las dos principales ligas profesionales del país (LMP y LMB) además de sumar instancias oficiales como PROBEIS y lo que queda de la federación mexicana del ramo.

 

La historia lo deberá consignar.

 

HITO- Quien diga que lograr el boleto a los Juegos Olímpicos es, o ha sido hasta ahora, el máximo logro del béisbol mexicano en la historia, puede y no ande errado. El logro del roster manejado por JG Castro debe conservarse como un hito que marca época y que en realidad, poco tiene con qué compararse.

 

Cada sector que aportó para el éxito, así sea mucho o poco, deberá regresar a los suyo y seguir construyendo fortalezas. Nadie debe perderse en el camino porque ahora el reto es mayor: lograr una medallas en Tokio 2020, trabajar para concretar lo que por ahora es un sueño.

 

Regatear o desdeñar los aportes para el logro, que se reconoce es del roster, de su manager y cuerpo técnico, es parte del repertorio de los que como siempre, quieren ser el muerto en los velorios o al menos, hacen del desempleo la carta fuerte su afán protagónico.

 

Por ahora, festejar que estallen los cuetes, ya después vendrá el tiempo de recoger las varas.

 

PRURITO- La calificación a los Olímpicos debe ser servir, por lo menos por un tiempo, para bajarle dos rayas al desprecio que se percibe para el jugador mexico-americano, así sea del nivel competitivo que se le quiera adjudicar.

 

Barredam Jones, Clark, Navarro… el que usted diga, el que sea, salieron a partírsela por México, se entregaron a la causa, no regatearon nada y así haya sido entre drama, conquistaron el logro, ese que se aplaude y reconoce sin buscarle al pelotero el nopal en la frente.

 

Tema que claro que sigue pendiente a nivel ligas, que exige aclararlo y meditar bien cómo proceder con él pero al menos después de esto, dejar de satanizar a esos peloteros que trabajando en equipo, haciendo causa colectiva, le entregan al imaginario colectivo razones para eso que llaman “orgullo nacional”.

 

CIERRE- No falla; cierre de la primera vuelta de la LMP envuelta en tonos de drama y emoción.

 

A partir de oy solo dos juegos para la caída del telón, con los Mayos de Navojoa con la espada de Damocles sobre su cabeza (el sótano) y hacia arriba, el mazacote que se proyecta que se definirá vía calculadoras.

 

Puede y que a la hora de repartir puntos mañana en la noche tengamos que hablar de sorpresas.  Es ahí donde se acaban los “expertos”.

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