RETO: NO ABARATAR LA FAMA BEISBOLERA

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RINCON BEISBOLERO

Por José Carlos Campos

 

6 de Diciembre de 2019- De igual forma que muchos colegas periodistas, en días recientes fuimos distinguidos al recibir por correo electrónico carta en la que se nos invita a ser parte del comité elector del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano. La invitación viene firmada por el director del salón, Francisco Padilla Dávila.

 

Atendiendo tamaña distinción, respondimos ya aceptando lo que desde ahora es una alta responsabilidad que ya anteriormente asumimos en el comité que existió en la anterior versión de la institución y que la verdad, deviniera en una masa amorfa, desprolija, en la cual no estaban todos lo que eran y definitivamente, no eran todos los que estaban. Pero, bueno, eso ya fue ayer.

 

Lo que hoy hemos visto es saber de algunos colegas más que han sido convocados y hasta ahora, nos parece que las convocatorias han sido acertadas, notamos buen tino en los nombres y ojala que esa sea la tendencia.

 

Lo que sí deseamos, y pedimos, es que al final se nos diga cuántos y quiénes somos los integrantes del comité elector cuya presidencia será ocupada por Antonio de Valdez. Esto evitará muchas cosas “incómodas” que sucedían antes, tales como saber electores a cronistas de toros, taqueros, reporteros de primera plana y hasta políticos de tercera división.

 

En este 2019 vemos que la nueva edición del Salón de la Fama por lo menos inició bien en la fase de los cimientos.

 

REGLAS- Lo que debe señalarse, y es algo que celebramos, es que dentro del comité elector se ha considerado a gente muy valiosa, personajes que mucho pueden aportar y que pueden/deben servir como contrapesos hacia el interior del salón.

 

En ese cado ponemos la invitación que se hizo a Cesar González, el tamaulipeco que le entiende mucho y bien a la historia del béisbol mexicano y que podrá colaborar para que la nueva generación de electores razone mejor el sentido de su voto.

 

Antes, mucho era por conveniencia y comodidad, disfraz que ayuda a tapar la buena dosis de ignorancia y la pereza que inhibía la investigación que era forzada. Eso dio paso a decisiones torpes por no decir absurdas, como lo fue, por ejemplo, la del Brujo Rosell, a quien bastó que Tomás Morales le inventara hazañas para que esa masa de votantes diera por bueno que pegarle un hit a Max Lanier era mérito suficiente para ocupar un nicho.

 

Gente como Cesar ayudará mucho a evitar este tipo de ridículas manipulaciones.

 

MISIÓN- Falta aún por conocer si las reglas del juego serán las mismas, si aplicarán los mismos criterios (empezando por los años de pelotero activo en México) pero por lo pronto, al menos en nuestro caso, se mantiene la visión de que para conceder la inmortalidad beisbolera el paradigma seguirá siendo “haber sido el mejor en su posición, en su época”.

 

Y si se trata de enlistar criterios personales, los nuestros empezarían con:

 

  • Siendo que se anuncia que es un salón de la fama del béisbol mexicano, no otorgar el voto a peloteros cuyos méritos se alojan en un solo circuito. Por eso es que años atrás no votamos a favor, por ejemplo, de Abelardo Balderas;
  • Los números mandan y rigen las decisiones. Bastante suerte tenemos que en México aú8n no llega la religión soberbiométrica y son las estadísticas tradicionales las que mandan. Aquí aplica el “si no hay números, no hay voto”.
  • La propaganda y la mercadotecnia no votan. Que un pelotero haya sido “popular” no significa que haya sido fuera de serie.
  • En nuestro caso, la información que tenemos, con testimonios, nos sirve para mentalmente “vetar” a Equis o Zeta jugador que sabemos acudieron a tácticas tramposas tales como el uso de bat rellenos de corcho. Desafortunadamente, en México no hay investigaciones realizadas sobre el uso de esteroides pero sobran los testimonios sobre la alteración de bats… y quienes los usaron.

Lo anterior tal vez sea inhibidor para que no  lleguemos a ver votaciones unánimes aunque de antemano que un posible 100 por ciento lo logre Francisco Campos, el tal vez último Grande de su generación.

 

Lo otro sería revelar cualquier eventual intento de imposiciones o dedazos o incluso, de manipulaciones al estilo “Tommy” por quienes se creen sus herederos en materia de prácticas chayoteriles.

 

Así dejamos por sentado que al menos para nosotros, la invitación a ser electores se hace compromiso; no dejar que se abarate la fama beisbolera.

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