RINCON BEISBOLERO
Por José Carlos Campos
OLVIDABLE- De no ser porque se trató de un juego de postemporada, el sexto juego de la final de la zona Sur de la LMB, entre Leones y Diablos, debería ser totalmente para el olvido. Un 21-18 en un choque desarrollado en dos días, en el que de apilaron 40 hits y en dónde lo que no apareció por ningún lado fue el pitcheo.
No hay forma de disfrazar los hechos, juego de béisbol muy feo, tanto que es imposible etiquetarlo con calificativos tan de moda y baratos como “epico” o “emocionante”, que mire que a la falta de calidad fácil se le etiqueta con emoción y asunto arreglado.
Fue hasta cierto punto desesperante la nuca capacidad de la mayoría de los 16 pitchers utilizados para sacar outs, ambos staffs estuvieron por la calle de la amargura y al final, la pregunta de si bajo ese tenor, alguno de los dos equipos tiene todos los argumentos necesarios para ser campeón de liga.
En el largo Inter, que parece ser eterno, los descansados Sultanes de Monterrey esperando rival, que ayer, esperamos, se haya definido ya.
ARGUMENTOS- Cierto es que al menos en Mérida las cosas no lucieron tal mal, que hubo chispazos de pelota buena y podemos pensar que el escenario ayuda. Definitivamente, el “Kukulkan” es más amigable con el béisbol que el “Alfredo Harp” de la ciudad de México.
El sexto juego de la sería se realizó bajo el antecedente de un evento que va de lo bochornoso, pasando por lo raro y que toca lo inverosímil. El “affaire” del supuesto manejo de las cámaras de TV en ciudad de México, dio pie a qué los Leones protestarán, que la liga realizará una investigación express, que castigará con rudeza a los Diablos y que al final de cuentas, pareciera que nada es concluyente.
Mucho se ha dicho y escrito sobre el tema, mucha especulación y todo indica que como saldo el asunto quedará en lo anecdótico, mediando el castigo de un año para Miguel Ojeda, director del club rojo. Del presunto robo de señales mejor ya ni hablamos.
Se vale apostillar la pregunta entonces si es que el jefe de producción televisiva de Diablos se ordenó solo, si se brinco todas las trancas y si actuó por iniciativa propia, sin notificar a nadie. Fue, en todo caso, una mera ocurrencia. Solo paso, así nada más.
MAÑANA- Será mañana sábado que inicie la serie final de la LMB, Sultanes vs Leones o Diablos, duelo que se moverá en dos pistas: o el reposo del estadio Sultánn o el Kukulkán o el hipódromo del “Harp”
Sea como quedé armado, la final está obligada a efectivamente ser un digno broche de oro para una campaña dispares en su nivel, tapizada de luchas de callejón y la real medida de la calidad competitiva alejada de sus límites.
Ojalá que no aparezcan esos 21-18 ccmo de categoría pinguica en ligas infantiles o de pelota callejera, que sea, si, béisbol de primera, que no necesite la ayuda del elogio regalado o comprometido. No habrá así autocensuras ni comentarios para convenga.