EL SALÓN DE LA FAMA Y LAS TENTACIONES

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Faltan días apenas para que se inaugure la nueva versión del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano. Ojala y sea un nacimiento sano y no infestado de las plagas del pasado.

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EL SALÓN DE LA FAMA Y LAS TENTACIONES

14 de Febrero de 2019 (JCC/ERB)- Se debería suponer que el re-nacimiento del Salón de la Fama del béisbol se debe al encanto casi romántico que produce saber que en nuestro país existe un recinto físico (y conceptual) en el que se expresa el reconocimiento (por justicia) a los personajes que han contribuido al engrandecimiento del béisbol en nuestro país.

Será el próximo 20 de Febrero que se realice la inauguración del nuevo recinto construido a expensas de la chequera de Alfredo Harp Helu, instalaciones que habrán de reemplazar al Salón que durante muchos años se alojara también en Monterrey gracias a la Cervecería Cuauhtémoc. Se retomó la idea para, esperamos, mejorarla sustancialmente. Pero aquí cabe decir que ojala y se haya aprendido de los errores del pasado.

Recordemos que en 2011 al Salón entró en pausa (por no decir que desapareció) por así convenir a los intereses de la cervecería, algo que fue pretexto para que aparecieran las fobias prevalecientes en el mundillo beisbolero nacional y se dieran desfiguros monumentales al estilo de aquel discurso de Plinio Escalante en 2011.

En aquel infausto mensaje, Escalante Bolio habló como la viuda que se quedó sin herencia y sin decirlo, hizo saber que se lamentaba que se estuviera extinguiendo lo que hasta ese entonces la LMB consideraba su propiedad sin serlo, su feudo de poder. Mayor era el enojo porque el Salón, según se anunciaba, se mudaría a Culiacán, nada menos que una plaza de la “odiada” LMP y pues no, eso era agravio mayor.

Hoy, al menos hay que agradecerle a Harp el gesto y el gasto. El nuevo salón será su obra, de hecho es suyo y las reglas del juego serán las que él marque. Pero no queda sino advertir desde ahora que el Salón de la Fama acarrea tentaciones, sobre todo a quienes rodean al Mecenas.

Hay que ubicar al dueño de Diablos Rojos y Guerreros en LMB, además de propietario de transición de los Algodoneros de Guasave en la LMP, como el cuarto en la línea sucesoria de los “prohombres” del verano, su actual Mecenas, con todo y que en los últimos años no ha recibido el trato que se supondría merece su papel de casa Tlatoani.

La corriente de los dueños “antisistema” no ha querido continuar con la tradición que se impuso en la época dorada de Jorge Pasquel, la muy poca dorada era de Alejo Peralta al mando y las dos décadas que privó “el imperio del mal” que impuso el nefasto Pedro Treto Cisneros.

En la historia primigenia del salón, que abarcó más de 25 años, lo único que vimos modificarse fue algo de su estructura física. Lo demás se mantuvo casi inalterable, entendido esto como la metodología y procesos de Nominación y Selección de nuevos Inmortales. Esto fue que dichos protocolos cayeron en desuso, se vieron desfasados y se volvieron propiciatorios de situaciones que en muy poco ayudaron a reforzar el bien ganado prestigio de la institución.

Hubo al menos, en nuestra opinión, dos grandes omisiones:

1) la falta de actualización del padrón de votantes, miembros del Comité de Electores, así como de los criterios para su integración; y
2) la falta de actualización de los criterios y parámetros para elegir a los nuevos inmortales del beisbol mexicano.

Sobre el primer aspecto, resulta que el Comité de Electores se llegó a integrar por más de 180 diferentes miembros, dispersados quien sabe bajo qué criterios. Se dijo que hubo depuraciones pero se fue viendo que no todos los votantes eran periodistas o cronistas deportivos en vigencia, incluso, algunos ya habían fallecido; lo otro fue que nunca se exigieron requisitos cualititativos para ser miembro del Comité Elector y antes bien, se optó por la masificación del Comité y ahondar con ello la disparidad en materia de ubicación geográfica de cada uno de los electores y el peso específico que puede tener el voto “regional”, lo que provoca que los votos pierdan su valor de calidad.

Antes, bastaba con que un club de una liga pidiera que Equis periodista fuera registrado como elector y listo, anotado quedaba. Hoy eso parece un gran riesgo ante un escenario nada grato ante la creciente presencia de “bufandistas”, “reporfans” y el sector “groupie” ante el cual, por ejemplo, hablar de que el Grillo Serrrel merece ingresar al Salón o de que el movimiento de la ANABE debe tener un justo reconocimiento es hablar de la nada.

Así entonces, sería bueno saber cuál y cómo será el proceso de votación, si se va a integrar un Comité Elector, un Comité de Veteranos y un área de validación histórica. No dudamos que se tenga a una persona capacitada para el área museográfica pero se vale tener dudas acerca de si se podrá contar con quien de manera autónoma dilucide la valía de las nominaciones.

La presidencia del Comité Elector es un volado, tema a la suerte que desafortunadamente, en la experiencia pasada se manejó a contentillo deviniendo de “puesto honroso” a plaza a llenar por necesidad. Quienes pasaron por el puesto poco margen tuvieron para proceder, promover y proponer, sumamente acotados y expuestos a guerra de intereses (y egos) que ni para adonde hacerse.

Lo peor fue que a instancias de esto, la dirección del Salón permitió que surgieran expresiones de autoritarismo, sobre todo en la etapa de Treto Cisneros, mostradas en “dedazos”, imposiciones, vetos y exclusiones al gusto.

Ahí un primer riesgo para el Salón de Harp: la tentación de querer imponer gustos, preferencias y querencias. Empezando porque cediera ante las previsibles “recomendaciones” (“exigencias”) de quienes quisieran que el recinto se llenara de exjugadores a quienes ven como sello de inmortalidad el haber jugado para los Diablos.

Treto y su claque se cansaron de imponer candidatos lo que propició que se abriera un surco para que llegaran los que no lo merecían. Si el nuevo Salón de la Fama quiere ganar seriedad y respeto, hay que ponerle candado a dichos esquemas de imposición.

Lo segundo es hacer valer que se diga que es del Beisbol Mexicano y no solamente de la LMB, que el viejo circuito no es ni representa todo lo que es el béisbol nacional.

Por cuanto a la segunda consideración, se debe anotar que el Salón de la Fama original padeció la falta de actualización de criterios estadísticos y parámetros de calidad profesional, algo que permitió que se siguiera evaluando a peloteros de la Era Contemporánea bajo el mismo tabulador que los de épocas anteriores;

Esto es, que ciertas cifras antes admirables, ahora son Normales y por lo tanto, ajenas a ser consideradas como dignas de la Inmortalidad;

Mucho se dijo que siendo el Salón de la Fama un lugar para honrar al Beisbol Mexicano y a sus más brillantes exponentes, se debía partir del hecho de que el concepto Beisbol Mexicano implica que en la actualidad, y a partir de 1958, éste se integra por las Ligas de Verano e Invierno y por lo tanto, el primer elemento de juicio debe ser precisamente, la Integralidad de los candidatos, esto es, reunir méritos conjuntos (dos ligas) y no parciales (una sola liga).

Y una tercera aristas era la pregunta, ¿el grado de ligamayorista concede Inmortalidad automática? El reglamento del Salón de la Fama lo debe establecer y clarificar.

Así entonces, haciendo labor de síntesis, diríamos que ojala y:

1) Que se realice una cuidada selección y armazón Comité Elector (si se elige esta figura), de tal forma que el denominador común sea que “sepan” y no “que les gusta” el beisbol;
2) Abundan en lo anterior, podríamos pensar en requisitos para los integrantes del Comité Elector tales como:
- 10 años como mínimo de experiencia en el ramo de la crónica beisbolera, sea en radio, televisión o prensa escrita y/o digital;
- ser recomendado por al menos dos miembros del comité elector por vía escrita ante el Consejo de Directores;
- presentar por escrito un trabajo ORIGINAL en el que en un mínimo de cuartillas, expusiera una visión acerca del beisbol mexicano, esencialmente en cuanto a su historia y desarrollo. Dichos trabajos podrían integrarse a una Memoria Colectiva que el Salón de la Fama guardaría para su posterior y pertinente publicación para todo tipo de propósitos.
3) Definir un nuevo formato de votación que similar al que se aplica en Estados Unidos, conceda a cada zona en que previamente se divida al país, un determinado número de votos. 
4) Que se establezca que la condición de miembro del Comité Elector se pierde automáticamente cuando el Cronista deja de estar en activo (a excepción de que sea por causas de Jubilación Profesional);
5) Establecer un porcentaje mínimo de votación para los nominados, que en este caso se pudiera establecer por acuerdo del Consejo de Directores;
6) Que se establezca que ante la posibilidad de que los nominados no alcancen el porcentaje mínimo de votación, en su lugar sean entronizados solamente aquellos ExJugadores, Directivos, Ampayers o Personajes que el Comité de veteranos juzgue tengan los méritos suficientes y necesarios para alcanzar la distinción de la inmortalidad;
7) Establecer para los Nominados, a manera de requisitos estadísticos y numéricos, criterios uniformes que eviten decisiones más por popularidad que por efectividad. Por ejemplo:

BATEADORES LIGA MEXICANA LIGA MEXICANA DEL PACIFICO
CARRERAS ANOTADAS 1000 400
HITS CONECTADOS 2000 850
DOBLES 300 100
TRIPLES 70 20
ROBOS DE BASE 200 100
JONRONES 200 100
CARRERAS PRODUCIDAS 1000 350

LANZADORES LIGA MEXICANA LIGA MEXICANA DEL PACIFICO
VICTORIAS 150 90
JUEGOS COMPLETOS 150 40
BLANQUEADAS 30 30
JUEGOS SALVADOS 90 40
PONCHES 1200 800
TEMPORADAS CON 15 10 VICTORIAS

Por obviedad, considerar en el caso de bateadores eventos como promedio de bateo de por vida, títulos de bateo, temporadas bateando sobre las 300 milésimas, records obtenidos y rasgos sobresalientes que “vistan” efectivamente de “fuera de liga” las trayectorias de cada uno de los peloteros. En el caso de los lanzadores, un promedio de efectividad de por vida sobresaliente, lideratos individuales obtenidos, Juegos Sin Hit o Perfectos, etc.

Que sea así que en primer lugar, los intereses de Alfredo Harp, el dueño del salón,de las ligas profesionales y de los propios expeloteros (y personajes afines) queden a buen resguardo y en segundo lugar, que el beisbol mexicano pueda rendir justicia A QUIEN REALMENTE LA MEREZCA, evitando decisiones que atropellan el buen sentido y que a su vez, resultan injusticias para quienes hasta ahora han sido olvidados.

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