El Rincón Beisbolero

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RINCÓN BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

8 de Abril de 2020– Se reconoce que dentro de los diferentes escenarios que se han generado con respecto al eventual regreso de las actividades del beisbol de verano, se encuentra el que visualiza una probable cancelación de la temporada 2020. Cuestionable que se diga que esa posibilidad no existe, es muy real. La última palabra la tiene el Covid19.

 

Y ante este escenario tan radical, no falta que surjan voces que trasladen la situación de crisis hasta el extremo de llevar la cancelación so solo a la LMB sino también a la de la LMP, lo que a aunque parece extremo, en un momento dado se pudiera dar. No faltan lo que por otros motivos, así lo deseen.

 

La cosa está en que la cuarentena nos permite elucubrar y especular, imaginar y desarrollar ideas, que en esta caso no pasa a ser inventar una especie de “baseball fantasy” en tiempo real para crear así una mítica (e improbable) Liga Nacional.

 

Imaginemos pues que por cuestiones de calendario, se oficializara la cancelación de sendas temporadas, que (supongamos), diera como fecha libre para iniciar actividades el mes de Noviembre, forzando así que en todo caso, cualquier actividad beisbolera pudiera iniciarse, imaginando de manera optimista, del día 15 en adelante.

 

El siguiente paso en este ejercicio imaginario es que los presidente de ambos circuitos, Horacio de la Vega y Omar Canizales se reunieran para tomarse un café y a la hora del postre coincidieran en que hay chance de echarse una cáscara “por mientras”, ¿Cómo le hacemos?

 

Y ahí viene lo bueno.

 

LUGARES- La primera coincidencia tendría que ser en el tema de las plazas, que no de equipos, determinar un número de posibles participantes y definir formato del sistema de competencia. Horacio y Omar coinciden en que esto es clave luego de que sería un minitorneo.

 

Por supuesto que ambos directivos estarían de acuerdo en que este torneo emergente debería garantizar calidad e intensidad de espectáculo.

 

Pensemos que determina que el número ideal de plazas es de ocho, cuatro por liga y así, se decide que por parte de LMB estarían Tijuana, Monclova, Monterey y Ciudad de México mientras que por la LMP estarían Mexicali, Hermosillo, Culiacán y Guadalajara. Hablan con los dueños de los clubes y aceptan, el primer paso está dado. (En Mérida y Obregón protestan, “”ahí será pa´la otra” les responden).

 

Luego de horas de discernimiento y análisis (ya casi cierran el restaurant del “cafecito”), los presidentes de liga definen que primero, el torneo tendrá una dirigencia “colegiada”, es decir, que entre los dos llevarán las riesndas y sus respectivos staffs compartirán tareas.

 

Lo siguiente viene a ser un punto toral del asunto: ¿cómo armar los rosters?

 

La respuesta llegó pronto, una especial de lotería-draft, que las ocho plazas armen sus equipos mediante el esquema de “baseball fantasy” para lo cual primero se haría un sorteo para ver en qué orden elegirían en dicho draft.

 

Zanjado aparentemente el tema, quedarán pendientes asuntos no tan menores como armar el sistema de competencia, el rol de juegos, si es que habría tope salarial o de nómina, si contarían con jugadores extranjeros y aún más, definir   lo relativo a los jugadores de doble nacionalidad.

 

Por cuestiones del umpireo, sin problema. que los de azul son casi los mismos en las dos ligas (sin castigos de por medio).

 

Faltaría saber si es que se lograra interesar a una cadena de TV nacional para “comprar” el producto que no faltará quien diga que es “hechizo”.

 

SALDOS– Las repercusiones de este intento podrían ser, o no, el surgimiento de una frenesí por parte de la afición, que está por ahora ávida de pelota o bien, que se sufra por la ausencia de fanáticos luego de que la crisis económica que traerá aparejada la pandemia afectó duro y parejo en todos lados.

 

Los que asistan a los estadios chocarán de frente con la  muy probable realidad de que en el terreno de juego encuentre peloteros que en situaciones “normales” estaría portando el uniforme de casa, no del visitante.

 

La afición de las plazas no participantes tendría que asumir que no es competencia de ligas sino en todo caso, confrontación deportiva de plazas, invitando así a tomar partido por la ciudad afín a su ánimo.

 

Y así por el estilo, que en este juego de la imaginación, tal vez Horacio de la Vega y Omar Canizales requieran muchos más “cafecitos”:


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