RINCÓN BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
EL BEISBOL INVERNAL ANTE LA PANDEMIA
TRABAS- La pandemia causada por el coronavirus en este muy estresante 2020 no ha respetado sector o grupo, ha sido muy democrático, aún más ante aquellos que lo desafiaron y lo siguen desafiando. En este caso se encuentran los deportes, algunos de los cuales lo han retado, creando fórmulas que de alguna manera han mitigado sus efectos.
En el caso del beisbol, lo vimos en Grandes Ligas que mal que bien pudieron terminar su temporada, no exenta de incidentes muy bien recordados. Con las Mayores como ejemplo, en la pelota invernal se lanzaron al ruedo en abierto desafío, estableciendo protocolos y medidas para sacar adelante sus torneos que más que la ganancia económica para los dueños de clubes, la intentona buscó atender dos aspectos que mucho tienen de racional: atender la necesidad lúdica de las sociedades y darle al pelotero, materia prima y eje de esta actividad, los ingresos que ya les urgían.
México y República Dominicana han sido los ejemplos más palpables de este esfuerzo, de este desafío que camina no sin estar libre de crítica y desdeños, empezando por el rechazo a que se decidiera a tener gente en algunos de los estadios y al constante clamor por que se anuncien casos de contagios entre jugadores, mayoritariamente.
En el extremo, aquellos que casi exigen, en voz alta, que las ligas deben cancelar sus temporadas, a cambio de calmar los afanes de crítica, de casi rechazo, clamor que surge ante la presencia recurrente (y nociva) del virus.
No hay más argumento del “no debieron”, basta un contagio para que surja el “lo dije”, pero de fondo muy poco que abone a entender que la decisión de encarar la pandemia fue tal vez, un acto de osada valentía.
El tiempo, y resultados, se sabrán más adelante.
CAMBIO- Los Cañeros de Los Mochis se metieron en un complicado tobogán, seguidilla de derrotas inacabable en lo que nada parece salirles bien y como manda e instruye la costumbre, la tradición, el hilo debe romperse por lo más delgado, La directiva decidió remover a quien fuera su manager, Víctor Bojórquez, a manera de aplicar una receta para paliar la pésima racha.
Difícil entender lo que pasó con Cañeros, justificar el mal paso agravado por el hecho de que llegara al final de la primera vuelta. Entra al quite, por lo menos temporalmente, Saúl Soto, a quien tocará cerrar manejando los dos últimos choques de la primera mitad cuando menos.
Complicado momento para el equipo verde, en un año atípico en el cual es complicado juzgar y evaluar rosters invernales habida cuenta que sobran los novatos, los jóvenes con proyección, se redujeron los extranjeros y predecir actuaciones en base a lo poco que se ofrece resulta como improba.
Tal vez lo de Bojórquez haya sido una buena prueba, una tarea exploratoria para confirmar lo hecho en liga Norte de México y que posiblemente, le sirva más para una eventual prueba en la LMB, que tiene un esquema más similar a lo visto en este 2020.
Algo para recordar, casi anecdótico.
SUCESO- Poco tardó en aparecer algo sobre Randy Arozarena, el reciente estelar de la pelota ligamayorista tras su actuación con Tampa Bay en la pasada serie mundial. Nada grato saber de los sucesos de Mérida ,Yucatán, cuando la policía acude a un llamado tras golpear al papá de la madre de su hija, a la cual se dice trató de sustraer.
Regresa el tema de la naturaliza del pelotero, de ser humano al final de cuentas y de incurrir en los mismos errores en que caemos los seres de carne y hueso.
Ya Grandes Ligas interviene para identificar si se trató de un evento de la hoy muy castigada violencia doméstica, algo que puede acarrear sanciones importantes para Arozarena, proceso sobre el cual habrá sobrada atención en el vecino país.
Lo otro no vale tanto la pena, porque es cuestión de fijarse que aquellos que se adjudicaban “paternidad” sobre su formación en México, callaron. Y es que hay temas en donde el silencio vale el sentido de la oportunidad, eso es que canjeable por imagen.
Así las cosas.