RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
4 de Marzo de 2022- En cierta forma se entiende y hasta se justifica que en la Liga Mexicana de Beisbol prive lo que parece ser un razonado optimismo en la víspera de que arranque en el próximo mes de Abril su temporada 2022. La contratación hecha por algunos equipos de jugadores que llegaron a tener nombre en las Grandes Ligas, en su momento, son motivo de buena parte de ese optimismo.
Ojala que algo les quede a esos “ex” como para hacer bueno el jolgorio al que en mucho ayuda el actual status de Grandes Ligas, en donde MLB y el sindicato de peloteros parecen estar lejos de llegar a un acuerdo.
En Yucatán, por ejemplo, se calientan los ánimos al anunciarse que en los entrenamientos estará el dominicano Cesar Valdez, nombrado Pitcher del Año hace rato con los Mismos Leones o bien, más mediático, el que en Monclova anuncien los Acereros que entrenará con ellos Sergio Romo, que en el morral trae a cuestas varias buenas historias de las Mayores.
Firmas éstas que solo se anotan en muy pocos de los muchos 18 equipos que integran el circuito, que de alguna manera hacen voltear hacia otras plazas y contrastar lo que unos pueden y otros nomás quieren pero no les alcanza. Al final no queda sino aspirar a que la LMB sea este año efectivamente un escaparate de pelota de buena calidad y que sea escenario de alta competitividad. Y entiéndase con ello que no sean solo 4 o 5 clubes los que estén en el pleito sino que sea la gran mayoría, por no decir casi todos, los que peleen el éxito grande.
NATIVOS- Ahora bien, el nudo que se hace en estas expectativas es en cuanto a que sabemos que lo que denominan “grandes firmas” se deben interpretar como esfuerzos de promoción y propaganda de cada club por enganchar a los aficionados. Vamos, un llamado para que acudan a presenciar a los personajes, a quienes colocan como potenciales centro de tracción para el andar deportivo.
Y ahí cabe la pregunta: ¿y qué hay con los peloteros nativos que por ahora son considerados estelares? ¿Qué impide que no sean invocados como protagonistas de ese esfuerzo promocional? ¿No hay tela de donde cortar?
Ante la imposibilidad de anunciar a mexicanos alojados en Grandes Ligas pareciera que viendo hacia el interior no hallaran nombres y figuras de relieve. Como que se les complica “vender” a jugadores ya instalados como protagonistas a nivel casero, que pensaran que “no venden” y que no logran prender ante la fanaticada.
Tal vez la sola excepción este año sea en Torreón, con los Algodoneros de Unión Laguna anunciando la llegada de Jesse Castillo que se anticipa, con mucha razón, como una firma revulsiva. Lástima que sea de los pocos casos.
DIEZMADOS– Llama la atención cómo es que de un año para otro el roster de los Mariachis de Guadalajara se advierta tan diezmado, algo no muy común entre los equipos de expansión.
Y es que es de notarse que de aquel roster de 2021 amado al diez para las doce y que diera tan buenos resultados, si aparente merma se da casi a la par (por ni decir como consecuencia) de la desaparición de Probeis. No es que uno piense mal pero como que no “caza” eso de que la magia desaparezca al alejarse el dinero público. A veces el que piensa mal sí le acierta.
A Sergio Omar Gastelum le tocará lidiar una campaña diferente con una escuadra diferente. Al “Güero” sí le corresponderá dirigir a un equipo de expansión.
ROTACIÓN– Mencionamos a los Algodoneros de UL y de entrada nos atrevemos a decir que el roster tentativo que ofrecen no está muy lejos de lo que ofrecen sus contendientes.
Han obrado bien en sus pasos en la arquitectura del equipo, primero dando más forma a su pitcheo (refuerzos nivel Mike Kickham, Josh Lueke, Jordan Kipper, Jeff Ibarra y Jenry Mejía) que parecen darle solidez y una ofensiva en la que no pueden pasar desapercibimos nombres como los de Fernando Flores, Nick Torres, Missael Rivera, Jhoan Ureña, Yangervis Solarte, Jesse Castillo y Erick Aybar.
De lejos se le ve cara de contendiente a este grupo. Ya sabremos.