RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
15 de Diciembre de 2022– Con se falta a la verdad si se duce que el béisbol es el deporte, sin exagerar, que más bellas tradiciones acarrea y que son en parte el sustento del encanto que puede presumir. Hablamos de que se son ritos algunos de ellos hasta ahora inamovibles que sin embargo, parecen entrar en riesgo de disolverse.
Uno de ellos, que en otros deportes se practican lo es el de que los clubes retiran números de jugadores luego de que se hicieran notables portando el uniforme de la franquicia. Lo vemos notoriamente en el deporte profesional de Estados Unidos como el basketball, el futbol americano o el hockey sobre hielo. Y para un deportista, hasta hoy, es uno de los más honrosos y emocionantes momentos.
Sin embargo, vemos hoy que el beisbol va desapareciendo la obligada meritología para ganarse el honor. Pareciera que el ciclo se ha roto en virtud que en el presente lo que menos se destaca es la lealtad a la camiseta a fin de que lo que sobresalga es el salario que se devenga. El pelotero debuta. hace pininos con un club, se proyecta y llega a los cinco años en los cuales busca mayor salario y así la agencia libre lo lleva a otro club. Ahí permanece reiterando atributos, forjando logros mayores e incluso alcanza el estrellato, todo listo para dar otro brinco y ganas más dólares, incluso ya cerca del final de su carrera.
No importa no hacer huesos viejos lo que parece importar es sumarle cifras a la cuenta de cheques y bien asegurar el retiro.
¿Cómo lograr así que se gane la honra de que retire el número? ¿Qué los tres, cuatro o cinco clubes en que participó coincidan en que el mismo número de uniforme sea sacado de circulación?
Los ejemplos del presente lo hacen pensar. El rito del retiro de los números o lo que el viento se llevó.
NOMINACIONES– Pocos juegos le restan al calendario regular de la LMP y es tiempo en que se suelten las infaltables vaticinios acerca de los posibles ganadores de los trofeos a lo Mejor de la temporada. Y ni modo de quedarse con las ganas.
Empezaríamos con lo del Manager del Año y para nosotros no hay que de dos sopas: o Juan Gabriel Castro de los Naranjeros de Hermosillo o el venezolano José Moreno. Dos escuadras bien trabajadas y con resultados muy positivos.
En el caso de Pitcher del Año todo apunta a una “parejera” entre Luis Miranda (Cañeros) y Wilmer Ríos (Naranjeros); el líder en efectividad y el líder en juegos ganados, agradeciendo que en nuestro béisbol este sea aún un renglón que pese y tenga valor a la hora de las evaluaciones.
Miranda es líder en efectividad con un soberbio 1.02y un WHIP de 0.84, cifras que adorna con 54 ponches. Por su parte, Ríos es el máximo ganador de la liga con 7 triunfos a cambios de dos derrotas, efectividad de 2.02 y un WHIP de 0.97.
Tal vez sea el rubro del WHIP el que ayude a definir al ganador
En el caso del Novato del Año la situación luce más cerrada, por no decir que competida. Aparecen en nuestro redar tres nombres al menos, dos lanzadores y un bateador.
En primera instancia Juan Pablo Tellez, de Venados de Mazatlán, quien aparece con un 6-4 en ganados y perdidos y un buen 3.28 de efectividad.
Luego viene Luis Márquez, de Naranjeros de Hermosillo, que en plan de relevo tiene 1-0, PCL de 0.47 y un WHIP de 0.76.
El bateador sería Fernando Villegas, de los Charros de Jalisco, que compila .323 con cinco jonrones y 27 producidas.
Y para el Más Valioso, nos parece que el nombramiento debe recaer en el aporreador de los Cañeros de Los Mochis, Yasmany Tomas, quien ha propulsado a su equipo bateando un robusto .332, con 9 cuadrangulares y 48 remolcadas. Ha sido verdaderamente el líder ofensivo de la de la consistente ofensiva verde.
Pero, ya se sabe, que en gustos se rompen géneros y esto de las votaciones suele ser que se convierta en la hoguera de las vanidades.
Amén.