RINCON BEISBOLERO

Por: José Carlos Campos

 

23 de Febrero de 2024- Salió humo blanco de las oficinas de la liga Mexicana de Beisbol con respecto al caso de Durango y la resolución fue “congelar” la franquicia luego de los problemas judiciales que carga el que aparece como dueño de la franquicia, Carlos Lazo Reyes. Para ser más específicos debemos señalar que la medida se denominó “suspensión provisional”.

 

El impacto inmediato es que la temporada de este año se realizará sin la participación de los Generales, tendrán en resguardo la franquicia mientras se resuelve lo del caso “Lazo” y un comité creado exprofeso cuidará lo que suceda con todo el personal adscrito a la organización.

 

En paralelo, nuestro colega “BeisbolPuro” Roberto Espinoza filtró la especie de que el Grupo Caliente, radicado en Tijuana, estaría interesado en reactivar la plaza (Durango) este mismo año, logrando así que sean 20 y no 19 los equipos en contienda. Eso sí, no podrían llamarse Generales dado que el nombre es propiedad de la empresa que posee al club.

 

Lo cierto es que en buen brete metió Lazo Reyes a la liga, a la que no le faltan temas delicados, así que esto seguirá siendo tema de análisis durante los próximos meses, incluyendo lo que pasará con el presunto draft de sus peloteros. Aprovechando por cierto que a partir de este año son más equipos.

 

¿NEGOCIO?– Nos detuvimos a leer dos veces el mismo texto, pensando, o imaginando, que podría tratarse de un posible error de contabilidad pero no, el dato es preciso: “la pretemporada escarlata (Diablos Rojos del México) iniciará con 54 peloteros, 30 de ellos extranjeros en la academia Alfredo Harp Helu”.

 

La nota llama la atención por la proporcionalidad con que se maneja: 54 peloteros invitados, 30 de ellos extranjeros. Es decir, el 55 por ciento es material no nativo.

 

Pero ¿cómo?, si se trata de la organización beisbolera, que más pomposamente se dice la que más apoya al beisbolista mexicano. Debe existir un error, pensamos. Contamos y recontamos y sí, el dato es correcto.

 

Lo que siguió fue pensar en qué motivo debe existir para que los Diablos atenten contra lo que se supone es su “esencia”, si es que eso existe en béisbol. La mejor respuesta fue la que nos remitió al pasado, a los tiempos de Roberto Mansur, el que encontró en la firma de peloteros extranjeros una forma adicional de hacer negocio.

 

MANIOBRAS– Mansur jalaba por foráneos que sabía que no iban a hacer el equipo pero que sabía que podían ser requeridos por otros clubes, a los cuales ofrecía bajo la condición de compra. Por unos pesos más los revendía y así completaba el negocio.

 

Sabido es que los Diablos tienen a su equipo “alacena”, los Guerreros de Oaxaca, a quien pueden encasquetar a uno que otro extranjero pero en el horizonte aparecen franquicias como Querétaro o Chihuahua (no descartamos a Durango) a quienes pueden evitar viajes, tiempo y algo de lana así que hay quien les surta sin tanto esfuerzo material que saben que van a necesitar.

 

La idea no suena tan descabellada y nada lejos a la realidad. Tesis mansuriana, regreso a la tesis de que el marcado interno puede dar para eso y algo más. El negocio tras el negocio.

 

Lo que no está prohibido, está permitido, ¿no?