RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
26 de Febrero de 2024- Si algo tiene el béisbol mexicano, desde hace años, es que lo más relevante que sucede, sobre lo cual se hacen historias, es lo que acontece fuera del terreno de juego. Se ha llegado a normalizar la reacción del colectivo imaginario ante asuntos como los cambios de manager, que son eventos recurrentes y ante lo cual, recurrente también, es el ya clásico “no lo puedo creer”.
Vamos a lo más reciente: a un mes de concluida la temporada 2023-24 de la liga Mexicana del Pacífico se anuncia dos remociones que la verdad, no veíamos en el horizonte. Quedan fuera de Algodoneros de Guasave y de Mayos de Navojoa, respectivamente, Oscar Robles y Matías Carrillo. Por supuesto que en ambos boletines, que son ya un borrador frecuente en nuestra pelota, se les de las gracias por sus servicios y se les desea suerte en sus futuros proyectos… que no pasará mucho para conocerlos.
Lo que más ruido produce es el caso de Robles, quien apenas había llevado a su ahora exequipo hacia el liderato general de la competencia, cerrando un ciclo de cinco años en los cuales, y ese es nuestro punto de vista, en mucho fue factor para cambiarle el rostro a los Algodoneros, a darle a la marca un sello propio, vamos: a hacerlo protagonista.
Eso hace que surja el “no lo puedo creer” que refleja el surgimiento de dudas acerca del porqué de la decisión tomada por la directiva.
COYOTE– Más entendible resulta el cese de Carrillo por los Mayos, quien en poco menos de tres años poco deja para el recuerdo, nos referimos a lo grato porque por el lado menos grato resultó la segunda vuelta de la pasada campaña, desempeño que mantuvo el nivel en los playoffs para que a las primera de cambio fueran echados en apenas cinco juegos ´por los a la postre campeones Naranjeros de Hermosillo.
Pero aquí el tema viene siendo que con los despidos de Robles y Carrillo dos equipos cortan de tajo, así lo diremos, los presuntos “proyectos” que cada uno de los clubes debió diseñar. Pareciera un problema de percepción pero esto de los proyectos para ser del mundo de la entelequia en nuestro béisbol: mucho se habla de ello pero nadie lo puede ver.
Tal vez sea que en su ingeniería los conceptos estén entreverados y se siga insistiendo en seguir poniendo la carreta antes que los caballos. Y los escenarios poco cambian, ya lo veremos dentro de poco, Robles y Matías con otros clubes.
HISTORIA– Nos ronda en la mente la duda acerca de si el comité elector del Salón de la Fama del béisbol mexicano, en su conjunto, reúne a nivel grupal la sapiencia suficiente como para realmente cumplir el cometido de rendir justicia con sus elecciones.
El Salón cumple al hacer llegar las boletas a la que acompaña toda la información posible que recopilan de cada candidato, soporte documental como para que cada elector nutra su juicio de elementos de valor y no “agarre pal monte”, que mire que desde hace años es constante eso de se tengan elegidos a varios que realmente no lo merecen.
Otro caso lo es repasar los años de experiencia que se reúne en los electores, experiencia que resulta muy valiosa a la hora de votar porque mire usted, tomando como ejemplo este año, a alguien que le mande números de Emilio Sosa (por ejemplo) a lo mejor pensará “me suena el nombre”, cheque si el pelotero jugó para el equipo de su plaza y listo: suficiente para normar el criterio. Y es que hay candidatos de los que sí se habló y habla, aunque no tengan logros concretos.
El otorgamiento de la inmortalidad beisbolera seguirá siendo, a nuestro juicio, elección al gusto y si a ello le agregamos lo mal contada (y manipulada) la historia de este deporte en México aquello se presente como un caso irremediable.