RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
DEVERS: TODO ES CUESTIÓN DE RESPETO
18 de Junio de 2025- A finales de los años 90 del siglo pasado (creemos que en 1995,) los Tomateros de Culiacán anunciaban con sonoridad la firma del ya exgrandesligas Héctor Fajardo, lanzador derecho que había estado con los Rangers de Texas. Por supuesto que el anuncio causó revuelo y abrió grande expectativas.
E el proceso de su firma digamos que en el seno de la directiva causó algo de extrañeza que Fajardo hizo mención que una de las condiciones que ponía era, cosas de exbigleaguer, que exigía un trato “con respeto”, que demandaba una relación de respeto por todo y para todo. “Te cumpliremos”, le dijo el aquel entonces gerente del club, Jaime Blancarte.
Fajardo llegó cuando pudo, se incorporó al grupo que comandaba Paquín Estrada y no vacilaba en decir a quien quisiera escucharlo que venía al invierno beisbolero con muchas ganas y que a cambio solo pedía respeto de todo mundo. Lo del michoacano parecía ser una especie de mantra. Ya conocía la LMP, había actuado para Mexicali en 1990 y 1991 pero había probado las mieles de la Gran Carpa y pues demandaba un trato acorde.
Los Tomateros resultaron los campeones ese año pero Fajardo no llegó a final de temporada, su marca fue de 0 ganados a cambio de 4 derrotas y tuvo un PCL de 6.03 pero eso sí, el respeto se le tuvo. Es más, de Culiacán se llevó a la entonces secretaria del club… y el respeto de la oficina.
RETALIATION– En varias ocasiones nos llegó a platicar Guillermo “Huevito” Alvarez que en el béisbol de antaño, las reglas no escritas de este deporte se aplicaban a rajatabla, había pocas concesiones que se otorgaban.
Si el bateador anterior a ti te pegaba jonrón, el siguiente al turno sería el pagano: bolazo a la vista. Era eso casi de manera automática. Se sabe que eso de las reglas no escritas llegó a México como herencia de la pelota gringa y más concretamente de la cubana, que mantuvo una fuerte influencia en nuestro béisbol durante muchos años.
AL parecer esos aires circularon por Oaxaca el pasado 11 de Junio en el duelo entra los Rieleros de Aguascalientes y los Guerrero locales y llegaron a desencadenar un desaguisado.
En la cuarta entrada, con dos en base, los Rieleros anotaron tres carreras gracias a jonrón de Christian Villanueva ante el lanzador Radahmes Liz, quien se esperó hasta el sexto inning para, digamos, cobrar venganza. Todo fue cuestión de hacerle tres pitcheos a la cabeza, ciertamente pegados, algo que disgustó a Villanueva quine no aguantó más y se fue encima de Liz con bat en mano.
En la zafacoca hubo algunos golpes, empujones y demás yerbas propias del momento. Los protagonistas se fueron expulsados y al día siguiente los castigos de rigor: a Liz le dieron 8 juegos de suspensión, a Villanueva (tras apelar) le dieron 15.
Y en obligado boletín que emitió la liga se reitera que “promueve el respeto entre todos los involucrados en el juego”, aunque tal parece que las reglas no escritas no toman en cuenta la afirmación.
CUMPLIIERON– Se cumplió lo que se vaticinaba en la víspera: los Medias Rojas de Boston cambiaron al dominicano Rafael Devers a los Gigantes de San Francisco luego de que éste se había mostrado reacio a actuar para los patirrojos en las posiciones en las que lo quisieron acomodar. “Lo mío es la tercera base” habría dicho luego de que el club firmara al antesalista Alex Bregman.
Vamos, en palabras de Fajardo, supondríamos que Devers consideró la intentona de movimiento de posiciones como una falta de respeto.
Pero el isleño ya debutó con los Gigantes, ya se dejó ver y ahora hasta declaró que el juego donde lo pongan, así sea BD o primera base. Hace ver que la novela con Boston fue pura pose, capricho y dejos de diva. Pero todos salen ganando, eso sí; todo parece haber sido una cuestión de respeto.