RINCON BEISBOLERO
Por: José Carlos Campos
28 de Agosto de 2025– En fiel apego a la tradición fijada desde hace años. se asoma ya el mes de Septiembre y con él, además de representar el último tramo del rol regular de las Grandes Ligas, llega a su fin la eterna postemporada del verano (L(a)MB) y el arranque formal de la pretemporada del invierno (LMP). Una amalgama que ya se ha hecho costumbre entre los suspiros de desaliento porque ya se intuye el final de año de MLB, las expresiones de contraste al saber que el verano mexicano ha sabido llegar a su final y las expectativas que se abren ante la inminencia del inicio de la pelota invernal.
A propósito de esta última, buena faena tanto diplomática como de tintes deportivos la que hicieron los directivos de la LMP al haber ido a visitar a funcionarios de las Grandes Liga, apersonarse en las oficinas de ellos y entablar un diálogo que puede resultar de mucho provecho. Esto fue como ir tejiendo de a poquito una amplia red de confianza para evitar raspones e incluso caídas.
Pero desde hace pocos años, Septiembre se observa desde otra perspectiva, la transición verano-invierno pareciera recibir bajo otro ánimo y con un ambiente de menor tensión, todo relacionado con el clásico ¿y quiénes vendrán este año?
Dicho desde nuestra óptica, lo relacionado con la LMP se recibe en forma más relajada al saber que abre el abanico de opciones nativas al concluir la campaña veraniego que se ha convertido, digamos, en un fenómeno de gentrificación beisbolera.
INVERSO– Años atrás, leales veraniegos no se cansaban de citar (y criticar) que la LMP parecía estar ´privilegiando al pelotero extranjero al aprobar cuotas que consideraban “desproporcionadas”. Mucho de estas posturas, nacionalismo trasnochado, parecía redactarse desde el propio seno de la LMB, en aquel entonces amparada en el discurso de “lo mexicano es primero”, “aquí nacen las extrellas” y zarandajas por el estilo. Eran los tiempos de “exportar es lo primero”.
Pero con varios factores incidiendo, entre ellos la pugna que rompió el inexistente obligo que unía al Verano con Grandes Ligas y la subsecuente categorización de la LMB a “independiente” el modelo de negocio devino en la gentrificación que citamos, el espacio beisbolero de verano se ha poblado con diversas nacionalidades, los mexicanos nativos se han convertido en la gran mayoría y así el recurso humano cambió de escenario, casi se han extinguido los profetas en su propia tierra.
Hoy, la irrupción de la pelota de invierno hace revivir el entusiasmo por recibir a los personajes de la pelota nativos, a los jóvenes que se están abriendo campo, a los que han talachado durante años para mantenerse vigentes y que a raíz de la gentrificación veraniega tuvieron que ceder terreno, dar un paso atrás y esperar estas fechas del año.
Esa es la nueva realidad anual de la pelota mexicana.
A PROPÓSITO– Pues para quienes preguntan, sigue adelante la maratónica postemporada de la LMB y ya andan en el cierre de los playoffs de zona, quedando por definir los rivales que se enfrentarán en las finales de zona (y esto no es trabalenguas).
Esperando rival están Sultanes de Mointerrey y Diablos Rojos del México y éstos saldrán del desenlace de las series que aún están “vivas”: Sultanes iría con Charros (van adelante 3-2) o Algodoneros de Unión Laguna y Diablos contra los Piratas de Campeche o Guerreros de Oaxaca, duelo que estaba empatado a tres triunfos por banco y que se definiría esta misma moche.
Vendrán así las finales de zona y después la serie final con la que se pondrá punto final a este período beisbolero “gentrificador”.